El perro en el arte y la historia: el museo que celebra su huella cultural

  • El primer museo de Francia dedicado exclusivamente al perro abrió en Aubervilliers y permite la visita con mascotas.
  • La exposición recorre la importancia del perro en el arte y la historia, con piezas desde el siglo XIX hasta la actualidad.
  • Entre las obras destacan esculturas, pinturas y objetos cotidianos, reflejando la huella cultural del perro.
  • El museo ofrece talleres, actividades para escolares y atrae visitantes internacionales, consolidando la figura del perro como patrimonio emocional y artístico.

El perro en el arte y la historia

El perro ha sido compañero, símbolo e inspiración para artistas, pensadores y ciudadanos a lo largo de los siglos. Su presencia en la cultura no se limita a la actualidad, sino que recorre las manifestaciones artísticas más diversas, desde la mitología hasta la escultura contemporánea, pasando por la pintura, la literatura y el cine. Conscientes de este vínculo histórico, en Francia se ha inaugurado un museo singular que coloca al perro en el centro del relato cultural.

Este museo, único en el país y segundo más grande del mundo tras el de Nueva York, abre sus puertas en Aubervilliers, en la periferia norte de París. Con una filosofía dog friendly, permite que los visitantes acudan acompañados de sus propias mascotas, haciendo que el recorrido sea una experiencia compartida también para ellos. Esta iniciativa refuerza la idea de que el perro no es solo testigo, sino protagonista activo de nuestra historia y nuestro arte.

Un espacio que rinde homenaje a la huella canina en la cultura

El perro en el arte y la historia museo

El museo se encuentra en la sede de la histórica Centrale Canine, institución que desde 1881 reúne a criadores y amantes del mundo canino en Francia. Su exposición se despliega a lo largo de más de 500 metros cuadrados, donde se pueden contemplar esculturas, grabados, tapices y objetos tan dispares como pequeñas piezas publicitarias. La colección ha sido fruto de donaciones, adquisiciones en mercados y subastas, y el legado de apasionados por el perro como el veterinario militar Michel Contart, quien entregó al museo más de dos mil libros sobre el vínculo humano-canino y su reflejo en la sociedad.

Uno de los primeros objetos en recibir a los visitantes es la ficha de registro del primer perro oficialmente inscrito en Francia, fechada en 1885. Este documento es un testimonio de cómo, desde hace más de un siglo, el perro es reconocido como miembro con identidad propia dentro de la sociedad. La colección también incluye cromos británicos de 1912, que formaban parte de paquetes de tabaco y presentaban ilustraciones de diferentes razas con su ficha técnica correspondiente, reflejando la popularidad y el interés social por la diversidad canina.

El recorrido por el museo es un viaje a través del arte y la historia. Se pueden apreciar desde una pequeña perrera de viaje del siglo XIX hasta estatuillas precolombinas y obras contemporáneas. Entre las piezas más valoradas se hallan los dibujos de Julie Salmon, realizados con bolígrafo y dotados de una sensibilidad particular, así como esculturas y pinturas de autores españoles, como Chiqui Díaz (premiado por su escultura en bronce de un galgo) y Miguel Ángel Moraleda, quien retrata razas asociadas a distintas regiones francesas.

Artículo relacionado:
6 de los mejores amigos literarios de cuatro patas

Una experiencia educativa, terapéutica y abierta a todo el mundo

El museo no es solo una muestra estática, sino que apuesta por la interacción y la difusión cultural. Se han diseñado talleres, actividades escolares y visitas temáticas con la intención de acercar el arte y la relación con el perro a todas las edades, especialmente a los más pequeños. Según explica su responsable Dorothée Fabre, muchos niños que llegan con miedo a los perros acaban familiarizándose con ellos durante los talleres, participando en sesiones de lectura o actividades de sensibilización, gracias a la amabilidad y paciencia de los animales presentes.

El lado terapéutico del perro también está presente en el discurso del museo. Se han reconocido experiencias como la de una enfermera que acompaña a pacientes adolescentes con la ayuda de un dálmata, subrayando que el perro puede ser un puente emocional para quienes encuentran difícil expresarse ante adultos. Esta función social se añade al papel artístico e histórico del animal, colocándolo en el centro de nuevas dinámicas relacionales.

La organización espera recibir entre 400 y 500 visitantes mensuales en cuanto el museo esté en pleno funcionamiento, equipado con audioguías y señalización interna. Desde su apertura, el interés internacional ha sido fuerte, atrayendo público de Asia, América y varios países de Europa, además de visitantes franceses. La difusión en redes sociales y la originalidad de una institución que acoge tanto a personas como a sus perros, compartiendo un espacio dedicado a su historia común, son parte del éxito.

Metrópoli Comic Con-1
Artículo relacionado:
Todo sobre Metrópoli Comic Con 2025: citas clave, invitados, experiencias y novedades en Gijón

El arte de conducir bajo la lluvia
Artículo relacionado:
El arte de conducir bajo la lluvia