El libro de la selva, de Rudyard Kipling, es uno de esos clásicos que nunca pasan de moda. Y en las fechas que vienen también puede ser un buen regalo para todo tipo de lectores, desde los más pequeños hasta los centenarios. En sus múltiples ediciones y adaptaciones editoriales a un público u otro y también las hechas para el cine o la televisión.
Yo acabo de ver la última, Mowgli, la leyenda de la selva, de Andy Serkis, una nueva vuelta de tuerca más oscura que las anteriores. La pregunta vuelve a ser si estas adaptaciones son necesarias. Y la respuesta podría ser que cualquier revisión, si mantiene la esencia de esta obra universal, bienvenida sea. Este es un repaso de algunas de ellas a lo largo del tiempo, que acabo con algunas frases de la obra de Kipling.
Todos hemos querido ser Mowgli alguna vez. El niño acogido por una manada de lobos con el gran Akela como líder. Y todos hemos querido tener por amigos a un oso como Baloo o a una pantera como Bagheera. Eso sí, poca broma con la hipnótica, sabia y misteriosa Kaa. Y que siempre pudiéramos acudir a Hathi o llamarlos a todos para enfrentarnos a la peor pesadilla y el terror de la selva, el temible Shere Khan.
El cine le ha puesto caras a todos, pero sin duda, las que hay en el imaginario colectivo son las de trazos animados de la versión por excelencia: la que creó Walt Disney en 1967. También es la más edulcorada, como es marca de la casa. Pero hay muchas más.
El libro de la selva (1942)
Fue la primera de importancia que se llevó al cine y la firmaron los hermanos británicos de origen húngaro Zoltan, Alexander y Victor Korda. Es uno de esos grandes clásicos del technicolor olvidados que recordamos los más cinéfilos y que ya contamos con la edad de los Sábado Cine y similares televisivos. La protagoniza uno de los actores más populares de la época, el indio Sabú. Su visionado es una de esas experiencias que deberían tenerse de vez en cuando para apreciar una de las mejores películas de aventuras de todos los tiempos.
El libro de la selva (1967) – Walt Disney
La más reconocida y reconocible, la que más hemos podido ver y cantar y también la que más suaviza la más trascendental historia que escribió Kipling. Quizás también es la que más puede realzar esos valores de amistad y lealtad, sobre todo para el público más pequeño al que va dirigido. Pero es el sello de la casa y también es otro de sus clásicos más populares.
El libro de la selva – La aventura continua (1994)
Damos un salto en el tiempo y nos encontramos esta versión que recupera la imagen real. Esta vez es una interpretación muy libre del original donde tenemos a un Mowgli joven que vuelve a la civilización por amor a la hija de un militar inglés. La protagonizaron el entonces popular actor norteamericano Jason Scott Lee y actores británicos como Cary Elwes o John Cleese.
El libro de la selva (2016)
Otra revisión muy reciente y recomendable, que dirigió Jon Favreau. También con imagen real y apabullantes efectos especiales que compusieron una bastante buena película de aventuras con mucho ritmo. El desconocido niño Neel Sethi es Mowgli. Y la película, sobre todo en su versión original, ya cuenta con la atracción de actores famosos (Idris Elba o Scartlet Johannson) que prestan sus voces a los animales protagonistas.
Mowgli, la leyenda de la selva (2018)
Y la última, estrenada hace unos días en la plataforma televisiva Netflix. Andy Serkis realiza una versión muy personal y bastante más oscura que todas las anteriores. Y es verdad que sacrifica la factura visual de los efectos especiales y la recreación de los protagonistas por una mayor hondura en sus conflictos de identidad, sobre todo en Mowgli, interpretado por un muy expresivo niño Rohan Chand.
Y por supuesto, para los amantes de la versión original, imprescindible para apreciar las voces de Christian Bale (Bagheera), el propio Serkis (Baloo), Cate Blanchett (Kaa) o Benedict Cumberbatch (Shere Khan).
Algunas frases del clásico de Rudyard Kipling
- De nada me sirve ser hombre…Si no entiendo el lenguaje que usan los hombres.
- Un mentiroso solo miente cuando confía en que van a creerle.
- En la Selva pueden ser una presa hasta las criaturas más pequeñas.
- Tienes tal confianza en ti mismo que andas absolutamente descuidado. Una prueba más de que perteneces a la raza humana. Tienes que ser prudente.
- Las fieras saben que el hombre es el animal más indefenso de la naturaleza. No es una presa digna de un cazador que se precie de serlo.
- Ahora eres realmente un hombre. Ya has dejado de ser un cachorro humano. Ya no hay sitio para ti en la Selva. Deja que corran las lágrimas, Mowgli.
- La Ley de la Selva, que nunca ordena nada sin motivo, prohíbe a todos los animales comer carne humana…Aunque la verdadera razón por la que se prohíbe es que matar hombres significa, tarde o temprano, la llegada de hombres blancos a lomos de elefantes, armados con rifles, y cientos de hombres de piel oscura con gongs, cohetes y antorchas. Entonces todos los habitantes de la selva sufren.