El hombre más rico de Babilonia —o Richest Man in Babylon, por su título original en inglés— es un libro de autoayuda y superación personal de corte financiero escrito por el soldado y autor estadounidense George Samuel Clason. La obra fue publicada por primera vez en 1930, a través de Clason Publishing Company., una exitosa empresa que también era propiedad del financiero.
Pese a la fecha en que fue lanzado al mercado, El hombre más rico de Babilonia sigue siendo materia de estudio para expertos y aficionados a las finanzas personales y empresariales, como el conocido Warren Buffet, quien suele recomendarlo en sus conferencias. Además, su extenso consumo se puede notar en plataformas como Amazon, donde cuenta con una media de 4.8 estrellas
Sinopsis de El hombre más rico de Babilonia
Una breve alegoría en tiempos de Depresión
Lo curioso de El hombre más rico de Babilonia es que no es un libro sobre técnicas financieras, o un texto interminable acerca de metodologías para volverse rico, sino un breve volumen de historias. Este éxito de George S. Clason está compuesto por una serie de parábolas cortas que ayudan al lector a comprender cómo funcionan el dinero y el ahorro.
Además, también ayuda a comprender para qué sirven cada uno. Por ejemplo: hoy es fácil suponer que el ahorro funciona porque permite obtener bienes a largo plazo y asegurar la estabilidad financiera. No obstante, en los tiempos del autor no era tan común que las personas se preocuparan por guardar dinero, pues las envolvía un momento de deleite económico.
Antecedentes editoriales de El hombre más rico de Babilonia
Durante la década posterior a la Primera Guerra Mundial, los americanos comenzaron a experimentar un creciente período de bienestar. En los “locos años veinte”, el gasto de los consumidores aumentó, el mercado de valores se disparó y entró en vigencia una frase que definió aquel fenómeno: “comparar con margen”. Mientras tanto, George S. Clason se centró en un concepto muy diferente.
Para aquel entonces, Clason ya era propietario de una exitosa empresa que se dedicaba a elaborar mapas, lo que lo llevó a escribir folletos sobre la frugalidad y el ahorro de dinero en pos de generar riqueza. Así, el autor recopiló sus pensamientos en panfletos que imprimió y distribuyó a través de bancos, casas de inversión y compañías de seguros. Esto ocurrió a partir de 1926.
El desplome de la bolsa
Tras la caída de la bolsa de valores durante 1929, las ideas de George S. Clason empezaron a cobrar mucha más relevancia, por lo que el escritor trató de hacer llegar sus consejos financieros a un mayor número de personas. En 1930, recopiló la información de sus mejores folletos y la incluyó en El hombre más rico de Babilonia, libro que se convirtió en un superventas, tomando en cuenta la Depresión.
De este modo, los lectores comenzaron a clamar por más textos financieros fáciles de leer, así como por la sabiduría del autor sobre cómo generar riquezas. Por otro lado, el libro siguió siendo popular a lo largo de los años, y ganó difusión a medida que nuevas generaciones de expertos en el ámbito económico lo retomaban, aprendían de él y lo recomendaban a otros interesados.
Estilo narrativo de El hombre más rico de Babilonia
En lugar de escribir un libro financiero a través de un lenguaje empresarial frío, Clason presentó sus lecciones de autoayuda mediante parábolas ambientadas en la antigua Babilonia. El volumen da inicio con los amigos Bansir y Kobbi, quienes reflexionan sobre cuánto dinero han ganado en sus vidas y lo poco que tienen para mostrar a cambio. Ante esto, deciden buscar el consejo de otro amigo, Arkad.
Este era el hombre más adinerado de toda Babilonia, y se estimaba que su fortuna seguía creciendo pese a ser generoso con su familia y caritativo con los demás. Lo que sigue a este encuentro es una serie de lecciones, entre ellas: “Siete curas para una bolsa pobre” y “Las cinco leyes del oro”. Estos consejos abordan temas como evitar las deudas, buscar mentores y proteger los activos.
Uno de los mensajes clásicos incluidos en El hombre más rico de Babilonia
“Protege tu tesoro de pérdidas invirtiendo sólo donde tu capital esté seguro, donde pueda ser recuperado si es necesario y donde no dejarás de cobrar una renta justa. Consulta con hombres sabios. Consigue el consejo de aquellos con experiencia en el manejo rentable del oro. Deja que su sabiduría proteja tu tesoro de inversiones inseguras”. Este es parte de la lección “Siete remedios para una bolsa pobre”.
Los grandes financieros que se han inspirado en El hombre más rico de Babilonia
En 1982, el autor de bestsellers y orador Og Mandino incluyó el mensaje completo del libro clásico en su propio libro, La universidad del éxito. Asimismo, Jim Rohn, un legendario empresario y orador motivacional, creía que el volumen de Clason podía servir como clave para el triunfo financiero de quienes aplicaran sus principios.
Otro de los que se dejaron guiar por El hombre más rico de Babilonia fue el reconocido Brian Tracy. Ante las preguntas de sus fans, el experto en logros personales explicó que, a pesar de su antigüedad, estas parábolas siguen siendo perfectamente válidas hoy en día. Según Tracy: “El libro es una introducción al éxito financiero porque sus principios son simples, directos y efectivos”.
Sobre el autor
George Samuel Clason nació el 7 de noviembre de 1874, en Luisiana, Estados Unidos. Estudió en la Universidad de Nebraska, después de lo cual sirvió en el ejército de su país durante la guerra hispano-estadounidense. A lo largo de su carrera, Clason fundó dos empresas: Clason Map Company y Clason Publishing Company.
De hecho, la primera fue la pionera en publicar un mapa de carreteras de América del Norte. Sin embargo, estos esfuerzos no superaron el período conocido como la gran Depresión, que tuvo lugar en 1929. Aun así, su experiencia en finanzas se hizo notar gracias a El hombre más rico de Babilonia, el cual se transformó en un libro de cabecera para los americanos del futuro.