El arte de conducir bajo la lluvia (Suma, 2008) es un libro enternecedor escrito por Garth Stein. La novela le ha valido premios y reconocimiento, además, ha encabezado la lista de libros más vendidos de The New York Times. También ha sido adaptada al cine en 2019 por Simon Curtis (Mi semana con Marilyn). En esta versión participan actores como Amanda Seyfried o Kevin Costner, que pone la voz al dulce perro de la historia.
El protagonista de la novela es Enzo, un perro sabio, cuya alma tiene algo de humano. No mira como los demás animales, y esto lo sabe bien la familia Swift, con quienes comparte vida. Es un libro que podría entenderse como una fábula porque está lleno de enseñanzas, además de amor por los animales, la familia y los sueños. ¿Te animas a leerlo?
El arte de conducir bajo la lluvia
Enzo
«En Mongolia, cuando un perro muere es enterrado en lo alto de la montaña para que nadie pueda pisar su tumba». Así empieza esta novela, con una introducción muy directa y condensada de lo que podemos encontrar en ella. La voz narradora es la de un perro muy humano, llamado Enzo, que guarda muchísima sabiduría de la vida, una vida que ya está llegando a su final. Por tanto, son muchas las experiencias que atesora y que comienza a explorar desde el principio para que el lector pueda llegar al punto final donde ya está Enzo, en esa posición, casi listo para abandonar la vida terrenal.
Podría decirse que tiene algo de espiritual la novela, sí, pero también tiene un toque de humor. Por ejemplo, en la introducción Enzo señala como referencia a un programa de National Geographic, al que le concede plena verosimilitud después de ver que en Mongolia se dice que el alma de algunos perros puede reencarnarse en un hombre si se está preparado para ello. Él dice que lo está.
Por supuesto, Enzo se corresponde con esa figura loable que busca proteger a su familia, los Swift. Y tiene la firme convicción de hacer lo mismo con la humanidad de tener una nueva oportunidad como hombre.
Un libro con alma
Enzo tiene una gran voluntad por convertirse en un mejor ser (¿canino, humano?) para este mundo y para todos los que están en él. Y ese afán por dar lo mejor de sí mismo hacia los demás lo ha encontrado en el amor de su familia. Cada miembro de esa familia lo ha marcado y ha encontrado la felicidad a su lado. Ha visto el empeño y el éxito de su amo Danny, así como el sufrimiento y la pérdida. Ha acompañado a la pequeña de la casa, a Zoë, desde el momento en que nació. Y también ha cuidado de Eve, la mujer de Danny, a la que ha aprendido a querer.
El arte de conducir bajo la lluvia se transforma en una parábola con cada aprendizaje de Enzo, que también es el de cada lector. Los lleva de la mano (o de la pata) y los sumerge en la satisfacción, el dolor, aunque ante todo, en el amor, la compañía y la comprensión de lo que significa estar vivo en relación con la manada, que es la familia, y compartiendo una vida en sociedad.
Equilibrio, anticipación, paciencia
El autor basó su texto en experiencias personales derivadas de su afición por la conducción de coches de carreras. La presión y el dominio de la técnica, así como el peligro que lleva aparejado, serán de gran ayuda para amo y can en su toma de conciencia para los riesgos de la vida. Algo que es inevitable y que debemos aceptar. La vida en sí misma es un trance que todos sabemos cómo termina. No tiene un mensaje pesimista, al contrario, advierte sobre el poder de la anticipación, enseña a cultivar la paciencia y transmite una mirada en equilibrio ante las batallas de la vida.
Asimismo, El arte de conducir bajo la lluvia es una lectura que apacigua y es perfecta también para los amantes de los animales. Es un libro conmovedor, que te emocionará, y que se encuentra lejos de ser un drama. La novela es una lección de vida repleta de fe por el futuro para las nuevas generaciones.
Sobre el autor
Garth Stein es un escritor estadounidense nacido en Los Angeles en 1964. Tras estudiar Bellas Artes en la Universidad de Columbia y especializarse en cine, se dedicó a la producción y dirección de documentales. Como la escritura era también algo que había cultivado durante su profesión decidió encaminar su rumbo profesional hacia la literatura con el nuevo milenio.
Además de ser profesor de escritura creativa publicó algunos trabajos y estrenó obras teatrales antes de saltar al éxito editorial con El arte de conducir bajo la lluvia. Un libro que puede encontrarse traducido en diferentes lenguas y en una versión cinematográfica. Del autor también está en español Alguien robó la luna. Actualmente vive en Seattle con su mujer y sus tres hijos, además de con un perro llamado Comet.