Diez geniales novelas de intriga de todos los tiempos.
El género negro tiene casi dos siglos de existencia, desde que Edgar Allan Poe diera vida al comisario August Dupin, en Los Crímenes de la Calle Morgue a mediados del S.XIX.
Escoger diez novelas es una tarea imposible, más cuando la mayoría de los autores son creadores de geniales sagas, donde elegir una solo puede hacerse dejando el protagonismo al azar. Esta selección es solo el reflejo de un momento. Las diez novelas que hoy me apetece releer. Es un compendio anarquico, en el que sus integrantes cuentan con más de un siglo de diferencia entre ellos. En cualquier caso, todas son obras geniales. Todas ellas, grandes compañía para una tarde de otoño.
Noche eterna de Agatha Christie.
Ni Miss Marple ni Poirot en esta novela diferente a la línea habitual de mi escritora de referencia. Una historia de intriga en la que nadie muere hasta el final y que consigue convertir una situación idílica en una trama de tensión constante sin derramar una sola gota de sangre.
Noche eterna es la historia de una pareja de enamorados de diferente clase social que compran una casa en el campo, relatada en primera persona por el protagonista.
La chica del tren de Paula Hawkins.
Una mujer alcohólica va a trabajar cada día en el tren de la mañana a Londres y cada tarde se emborracha en su apartamento. Una mañana, con su resaca habitual, presencia desde el tren algo extraño en la que era su antigua casa, donde ahora vive su exmarido con su nueva mujer y la hija de ambos. Las dudas sobre sí misma, la lucha contra el alcohol y la capacidad de caer y levantarse de la protagonista, convierten a esta novela en algo más que una buena trama de intriga.
Siete Libros para Eva de Roberto Martínez Guzmán.
Un secuestro, un secuestrador que lleva libros a su rehén y una historia familiar llena de secretos y violencia psicológica, llevarán a Eva Santiago a convertirse en inspectora de policía. Secretos de familia e investigación policial se mezclan para construir una historia trepidante que nos sumerge en los entresijos del maltrato psicológico.
Las aguas de la eterna juventud, de Donna Leon
De la mano del genial comisario Brunetti, nos llega la historia de una mujer de treinta años, con una lesión cerebral irreversible, desde que, con quince años, estuvo a punto de morir ahogada en uno de los canales de Venecia. La caída se cerró como un intento de suicidio, pero su abuela nunca creyó esa hipótesis. El único testigo que confirma las sospechas de la abuela es un borracho con los recuerdos alterados.
Una historia que, sin violencia explícita, muestra la dureza extrema de una vida prometedora malograda y encarcelada dentro de las secuelas de una lesión cerebral.
El hermano pequeño de Jose María Guelbenzu.
El cadáver de una modelo con las manos cortadas revoluciona Gijón. La juez de instrucción al cargo, Mariana de Marco, protagonista de la genial saga de Jose María Guelbenzu, compaginará la investigación, con la visita de su hermano pequeño, debilidad de la juez, un hombre atractivo y simpático, con mucho gusto por el dinero y muy poco por ganarlo trabajando.
Puerto Escondido de María Oruña
Magistralmente ambientada en Suances, un turístico pueblo de la costa cántabra, la novela arranca con la aparición del cadáver de un bebé entre las paredes de una mansión en plena reforma. El cuerpo data de la guerra civil. El propietario de la casa, Oliver, tiene el dinero justo para abrir un hotelito y el parón de las obras le supone ahogarse entre créditos. Valentina Redondo, teniente de la guardia civil, se enfrentará a una serie de asesinatos que se disparan tras el insólito descubrimiento.
Talión de Santiago Díaz Cortés
Una periodista sin familia ni relaciones cercanas, es la protagonista de una trepidante historia. Su médico le diagnostica un tumor cerebral incurable y le calcula dos meses de vida. Sin nadie a quién dedicar ese tiempo, decide limpiar el mundo antes de irse: tratantes de blancas, traficantes de drogas o terroristas de ETA serán los elegidos para abandonar el mundo antes que ella.
Hitchcock, el genial director de cine, que popularizó grandes novelas del género.
Rebeca de Daphne du Maurier.
Tras enviudar, Maxim de Winter se casa con una mujer más joven que él. Una vez instalados en la mansión de los Winter, Manderley, la presencia de su mujer muerta se hará cada día más intensa.
Una novela de intriga psicológica casi terrorífica magistralmente llevada al cine por Alfred Hitchcock. Un ama de llaves que no está dispuesta a que nadie ocupe el lugar de la antigua señora, la inocencia de la juventud y una investigación policial sobre Maxim de Winter por el asesinato de Rebeca, están a punto de llevar a su nueva esposa a la locura.
Extraños en un tren. Patricia Highsmith
Dos extraños con problemas, se conocen en un tren y llegan a un sangruiento trato.
Uno de ellos matará a la mujer del otro. El segundo, a cambio, matará al padre del primero. Dos crímenes perfectos, cometidos por dos personas sin motivo ni relación con los asesinados.
También llevada al cine por Alfred Hitchcock, se convirtió en uno de los grandes clásicos del cine y de la literatura.
La sombra chinesca de George Simenon
Protagonizada por el inolvidable comisario Maigret, se ambienta en París, en un escenario incomparable: un edificio de la Place des Vosges, donde aparece asesinado un rico empresario. Todos los vecinos son sospechosos.