Tras cuatro jornadas intensas en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga (Fycma), la primera Comic Con celebrada en la ciudad cierra su estreno con un balance tan ilusionante como exigente. En una carta abierta, la organización expresa un agradecimiento sincero a los asistentes y subraya que la escucha de críticas y sugerencias será el punto de partida para los cambios que se están diseñando.
El debut ha dejado momentos para el recuerdo y, a la vez, un margen de mejora evidente. La convención reunió a una cifra de público sin precedentes para un evento de este tipo en la capital, pero también se vivieron colas prolongadas, accesos puntualmente saturados y tiempos de espera que empañaron la experiencia de parte del público.
Un balance con cifras y sombras
En el comunicado difundido por la organización se incide en la voluntad de aprender de los fallos: se agradecen las aportaciones y se promete trabajo continuo para evitar que los errores se repitan. Las colas en entradas, salas de exposiciones y auditorios, así como los cuellos de botella en pasillos clave, están ya bajo revisión.
Varias personas relataron que, en los picos de afluencia, llegaron a producirse cierres temporales de accesos y retrasos en el inicio de algunos paneles para permitir el acomodo del público. También se han cursado reclamaciones, que los promotores aseguran estar atendiendo de forma individualizada, con el compromiso de mejorar los procedimientos de cara a la próxima convocatoria.
Qué va a cambiar en la próxima cita
Uno de los ejes del plan de mejoras pasa por replantear la distribución de espacios y los flujos de circulación. El objetivo es ganar agilidad en entradas y salidas, reducir los embudos en zonas críticas y ampliar el margen operativo en los momentos de mayor demanda.
Además del rediseño interno del Fycma, se estudia ampliar áreas y llevar actividades a distintos puntos de la ciudad para descongestionar el recinto principal cuando la programación concentre grandes tirones de público. La idea es escalar el evento, manteniendo su corazón en el palacio de congresos, pero sumando ubicaciones que permitan mayor comodidad y aforos más holgados.
Las administraciones que han colaborado en la cita han señalado su respaldo. Desde la Junta de Andalucía se recordó la aportación de 2,7 millones de euros y se destacó un impacto económico estimado de 50 millones en sectores como hostelería, restauración y transporte. La organización, por su parte, insiste en que el foco está en elevar el estándar logístico y de servicio para que la próxima edición responda a la expectativa generada.
La experiencia del público: lo mejor y lo peor
El arranque del jueves y el viernes fue relativamente manejable, con afluencia alta pero fluida; el sábado y el domingo concentraron los mayores problemas, con esperas que se alargaron más de lo deseable. Hubo quien describió tramos de hasta tres horas en el exterior y más tiempo dentro hasta poder acceder a la zona de expositores.
El área comercial fue uno de los grandes reclamos, con el Exhibitors Hall como epicentro de la actividad. Precisamente ahí se produjeron las mayores aglomeraciones. En algunos stands muy demandados, como el de Funko, se vivieron carreras y momentos de tensión, un síntoma claro de que el trazado y los controles deberán afinarse.
Entre los incidentes más comentados figura la prohibición inicial de entrar con agua el jueves, una decisión que generó malestar por casos tan sensibles como los biberones. Tras numerosas quejas, la medida se rectificó: el viernes se permitió el acceso con bebidas y el domingo también con comida, lo que ayudó a normalizar la situación.
La restauración, otro frente a pulir: los asistentes señalaron precios elevados y calidad mejorable en los puntos de comida del recinto. En paralelo, varios medios y público criticaron la traducción simultánea mediante IA de baja calidad en algunos paneles (con retrasos y frases incompletas) y una gestión de prensa mejorable, con ubicaciones alejadas del escenario y accesos con funcionamiento irregular.
Hubo también comentarios sobre la puesta en escena de algunas editoriales: aunque la presencia de sellos como Norma, Planeta Cómic o Moztros fue celebrada, se echó en falta mayor espacio y una disposición más ambiciosa. Parte de estos puntos, admiten los organizadores, están vinculados a cómo se diseñó el Exhibitors Hall y su entorno, un aprendizaje clave para el rediseño futuro.
Invitados y momentos destacados
El calendario de paneles trajo nombres muy reconocibles. En el Hall M destacó la charla “Walking the Line”, con Luke Evans, Aaron Paul y Pedro Alonso reflexionando sobre la borrosa frontera entre héroes y villanos en cine y series. Evans dejó caer su vuelta a un musical de gran formato, Paul y Evans recordaron su película conjunta Bear Country y Alonso comentó que trabaja en su primer guion como director, un bloque que reunió a miles de fans en el espacio principal.
En el terreno del cómic, la lista fue de altura: Jim Lee, Matt Fraction, Jorge Jiménez, Daniel Sampere, Javier Fernández, Belén Ortega o Carmen Carnero, entre otros, pasaron por firmas, charlas y encuentros con lectores, subrayando la dimensión internacional y, a la vez, el protagonismo del talento español.
Desde el lado audiovisual, el cartel combinó actualidad y mitos: Jared Leto, Norman Reedus y Gwendoline Christie atrajeron focos y preguntas, mientras que el carisma de Arnold Schwarzenegger se impuso como reclamo por sí mismo, más allá de la agenda del momento.
La programación se completó con autores y creadoras de primer nivel, además de perfiles del mundo de los videojuegos y la música. Medios especializados señalaron la participación o presencia prevista de figuras como Nobuo Uematsu y Óscar Araujo, reforzando el cruce entre cultura pop, cómic y entretenimiento interactivo.
Con una asistencia masiva, momentos memorables y áreas claramente mejorables, la Comic Con Málaga deja una foto nítida: el potencial es enorme y el compromiso de la organización pasa por afinar accesos, recorridos y servicios para que la próxima edición haga justicia al entusiasmo del público y la talla de su cartel.