Chile presentó un nuevo marco de acción pública para impulsar las competencias comunicativas con el lanzamiento del Plan Nacional de la Lectura, la Escritura y la Oralidad (LEO). El documento, que actualiza y reemplaza al plan anterior finalizado en 2020, marca un hito dentro de la PolÃtica Nacional de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas y responde a uno de los compromisos del actual gobierno.
La renovación del plan se apoya en un diagnóstico reciente sobre hábitos culturales y en los cambios sociales ocurridos tras la pandemia y el avance tecnológico, que han introducido nuevas urgencias en el acceso, la mediación y las prácticas comunicativas en todo el territorio. Con ello, la iniciativa sitúa a la lectura, la escritura y la oralidad como interés paÃs y vector para la participación cultural.
Qué abarca el plan y a quién se dirige
El Plan LEO está concebido para toda la población, desde la primera infancia hasta las personas mayores, con el propósito de consolidar a Chile como un paÃs de lectoras y lectores. Su despliegue se realiza a través de 16 planes regionales de lectura, con un modelo de coordinación entre instituciones públicas que permite articular acciones en distintos niveles y contextos.
La actualización amplÃa el enfoque tradicional centrado en la lectura e integra de forma explÃcita la escritura y la oralidad como competencias comunicativas esenciales. Esta mirada reconoce que, en sociedades complejas, la comprensión lectora debe acompañarse de habilidades para producir textos y expresarse de manera oral en escenarios diversos.
Contexto y evidencia reciente
El diseño del nuevo plan se sustenta en resultados de la Encuesta Nacional de Participación Cultural y Comportamiento Lector 2024, que muestra que un 77,7% de las personas declara haber leÃdo libros, prensa u otros materiales al menos 15 minutos con frecuencia diaria o semanal. Esta medición aporta datos actualizados una década después de la última recopilación especÃfica a nivel nacional sobre comportamiento lector.
La evidencia reciente permite ajustar la estrategia a los hábitos actuales, mejorar las polÃticas de mediación y orientar recursos hacia grupos y territorios prioritarios, reforzando el vÃnculo entre cultura, educación e inclusión social.
Metas y lÃneas de acción
El documento de 180 páginas define objetivos y acciones que se implementarán de forma progresiva en todas las regiones. Entre las metas destacadas para el horizonte 2030 figuran compromisos medibles y verificables que buscan consolidar el ecosistema lector y comunicativo.
- Actualización del 100% de los planes regionales de lectura, escritura y oralidad.
- Despliegue de iniciativas de mediación que alcancen al menos al 80% de las comunas del paÃs.
- Aplicación de la Encuesta de Comportamiento Lector cada cinco años, con resultados públicos para orientar polÃticas y programas.
Estas metas se acompañan de estrategias para fortalecer bibliotecas, prácticas orales y escritas en comunidades diversas, mediación de la lectura y formación de agentes culturales y educativos, asà como la puesta en valor de prácticas orales y escritas en comunidades diversas.
Lanzamiento y voces institucionales
El anuncio se realizó en la Biblioteca Pública de Pudahuel, en una ceremonia que incluyó una lectura colectiva de textos del libro Tala de Gabriela Mistral, en el marco de los 80 años de su Premio Nobel. Autoridades del sector cultural y educativo subrayaron que esta actualización amplÃa el alcance conceptual y programático del plan para responder a los desafÃos culturales y educativos del paÃs.
Desde el ámbito educativo, se puso el acento en que la lectura, la escritura y la oralidad son aprendizajes fundamentales, abordados con especial énfasis desde 2022 dentro de la reactivación educativa posterior a la pandemia. A nivel local, se valoró la coherencia del Plan con polÃticas municipales orientadas a hábitos lectores, participación cultural y convivencia.
En la ceremonia se officializó, además, un acuerdo interministerial que vincula a las carteras de Desarrollo Social, Educación, Justicia y Cultura para el despliegue coordinado de la estrategia, reforzando el carácter estatal y transversal de la polÃtica.
El acto contó con la presencia de representantes del mundo cultural y de servicios públicos, incluidos el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, organizaciones del sector educativo y figuras del ámbito literario, lo que refleja la diversidad de actores comprometidos con la implementación.
Gobernanza y coordinación interministerial
La articulación contempla ámbitos clave como bibliotecas públicas, educación en todos sus niveles, infancia y juventud, personas mayores, discapacidad y reinserción social juvenil. El trabajo coordinado busca una acción pública coherente en todo el paÃs para garantizar el derecho a la lectura, la escritura y la oralidad.
- Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio: SubsecretarÃa de las Culturas y las Artes, SubsecretarÃa del Patrimonio Cultural y Servicios asociados (Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas y Biblioteca Nacional).
- Ministerio de Educación: SubsecretarÃas de Educación, Educación Superior y Educación Parvularia, Dirección de Educación Pública, JUNJI y Fundación Integra.
- Ministerio de Desarrollo Social y Familia: SubsecretarÃa de la Niñez, SubsecretarÃa de Servicios Sociales y servicios asociados (SENAMA, SENADIS, Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, INJUV).
- Ministerio de Justicia y Derechos Humanos: Servicio de Reinserción Social Juvenil.
Esta gobernanza compartida consolida un marco de actuación que facilita sinergias territoriales, seguimiento de metas y evaluación periódica, con mecanismos de evidencia para mejorar la toma de decisiones.
Dónde consultar el documento
El Plan Nacional de la Lectura, Escritura y Oralidad está disponible para su descarga en la web institucional. Quien lo desee puede acceder al texto Ãntegro, de manera gratuita, a través del siguiente enlace oficial, donde se detallan objetivos, metas e instrumentos de implementación.
Con una base de datos reciente, metas claras a 2030 y un entramado intersectorial robusto, el Plan LEO se posiciona como una hoja de ruta para impulsar la lectura, la escritura y la oralidad en todas las edades y regiones, reforzando el acceso, la mediación y la participación cultural a lo largo del paÃs.