Edward Fairfax Rochester. No habría que escribir más sobre él. Ya se ha hecho millones de veces porque doctores tiene la Iglesia literaria y yo solo me dedico a una humilde redacción. Pero hoy me he levantado con el pie profundamente victoriano y enamorado. Y si hay un paradigma del amor más victoriano, ese el señor de Thornfield Hall, Edward Rochester. Él, Fitzwilliam Darcy y el inmenso Heathcliff son la Santísima Trinidad para los espíritus más apasionados y devotos de la novela romántica victoriana.
Me olvido de Jane Eyre y compañía. Esto va de cómo sucumbe la Eyre y cien millones como ella a la tan tortuosa como arrebatadora alma de uno de los mejores personajes literarios masculinos creados por una mujer. Y va de esas muchas caras que le han prestado en una pantalla. ¿Os quedáis con uno? ¿Con ninguno? Veamos.
Se han rodado muchísimas películas y series de televisión sobre Jane Eyre, el clásico de Charlotte Brontë publicado en 1847. Tenemos desde una primera versión muda de 1918 (casi cien años ya) hasta la última en 2011. O sea, que hay unas cuantas caras para el áspero, particular, romántico y atormentado Edward Rochester.
Yo he escogido las de esos seis actores, dos norteamericanos y cuatro británicos. Y me quedo con los retratos de los británicos. Su carácter es sobradamente conocido tanto por su férrea contención de emociones como por su arrebatadora pasión cuando las dejan salir.
Alma rebelde (1943) – Orson Welles
Aunque su título original fue Jane Eyre. El siempre desbordado y desbordante genio de Orson Welles se metió en la piel de Rochester. Y la suave y delicada Joan Fontaine no podía hacer otra cosa que caer en sus redes. Muy con el toque de Hollywood en plena guerra mundial, se ve con otros ojos ahora, pero la esencia está ahí.
Jane Eyre (1983) – Timothy Dalton
Serie televisiva. La BBC se mete en faena y firma 11 episodios de adaptación tan correcta como efectiva. El galés Timothy Dalton también le puso percha en condiciones a Rochester y contó con bastante beneplácito por parte de crítica y público. Aun hoy está entre las preferidas de ese público.
Jane Eyre, de Charlote Brontë (1996) – William Hurt
La firmó el reconocido director italiano Franco Zeffirelli. Su reparto internacional deja precisamente esa marca que tal vez no cuaje como en otras adaptaciones. No obstante, se puede ver. El norteamericano William Hurt, por sus rasgos, le da a Rochester un aire aún más frío y distante que se complementa bastante bien con la francesa Charlotte Gainsbourg como Jane Eyre.
Jane Eyre (1997) – Ciarán Hinds
Película para televisión. Ciarán Hinds, magnífico actor norirlandés tan conocido por Juego de tronos o Roma, le prestó una de las miradas más pétreas que ha tenido el señor Rochester. También lograba muy buen contrapunto con la delicadeza de la actriz Samantha Morton.
Jane Eyre (2006) – Toby Stephens
Nueva miniserie de 4 episodios que vuelve a firmar la BBC. Y mejora. El inglés de pura cepa Toby Stephens, con imposible mejor sangre actoral en las venas, borda a Rochester.
Recuerdo empezar a verla un sábado por la noche y terminarla a las 3 de la mañana. Embelesada con la oscuridad con la que dotó sus rasgos angulosos, Stephens compone uno de los mejores Rochester que se pueden ver. De nuevo, pero como siempre, esta adaptación triunfó entre público y crítica. Y Stephens sigue siendo uno de los preferidos.
Jane Eyre (2011) – Michael Fassbender
De momento la última adaptación al cine, porque siempre habrá alguna más. Ideal para que las nuevas generaciones se acerquen a este clásico. Ideal también por su rostro más reconocible, el del germano-irlandés Michael Fassbender, que hace de todo y todo bastante bien. El Edward Rochester de su tan inquietante como expresiva mirada podría haber pasado sin decir una palabra. En ella contiene y desborda todo el tormento, la pasión, la ternura y el dolor.
Concluyendo…
Que es mejor conocer al señor Rochester en la lectura, en su descripción original que le dio Charlotte Brontë. Pero siempre hay algún perezoso al que no podremos obligar nunca a leer. Bien, pues nada. Que se vea cualquiera de estas adaptaciones. Igual conseguimos que, si no coge el libro, al menos conozca y se pueda enamorar tanto de un personaje como lo estamos de Edward Rochester tantos lectores.