Benito Pérez Galdós, máximo representante del Realismo español

Benito Pérez Galdós, junto a Leopoldo Alas «Clarín», son los máximos representantes del Realismo español. Sin embargo, hoy obviamos al segundo, que desgranaremos en otro artículo próximamente, y nos centramos sobre todo en la obra del primero, Galdós.

Benito Pérez Galdós y su novela

En la obra de Galdós, sobresale principalmente su gran producción novelística, en la que se distinguen varios grupos:

  • Los Episodios Nacionales constituyen un conjunto de 46 novelas que narran la historia de España desde la batalla de Trafalgar hasta la restauración monárquica. Sus títulos más destacados en estos Episodios Nacionales son «Trafalgar», «Bailén» y «Zaragoza».
  • En las primeras novelas de Galdós, este manifiesta abiertamente su condición progresista: los personajes que representan ideas avanzadas se enfrentan generalmente a otros que son conservadores, los cuales representan la intolerancia y la intransigencia. A esta etapa pertenecen obras como «Doña Perfecta» (1876), «Gloria» (1877) y «La familia de León Roch» (1878). La mayoría de estas novelas se tratan de «novelas de tesis», es decir, los hechos presentados están al servicio de una idea y los personajes no muestran aún la compleja caracterización de etapas posteriores.
  • Por otro lado, Galdós, en plena madurez literaria, escribe novelas españolas contemporáneas. En ellas, opta por una postura más objetiva y renuncia a un planteamiento ideológico tan evidente. En estas novelas también se percibe la influencia naturalista, pero no llega a enmarcarse en este movimiento a pesar de utilizar técnicas típicas del naturalismo. Madrid suele ser la ciudad elegida por el escritor para estas novelas: «Tormento» (1884), «La de Bringas» (1884), «Miau» (1888) y «Fortunata y Jacinta» (1887).

  • A partir de 1889, se produce el último período de producción del autor. Este se caracteriza por la espiritualización de sus obras, ya que Galdós se centra en el ser humano y en el sentido de su existencia. En este período, experimenta con nuevas técnicas narrativas e incorpora elementos como el sueño, lo simbólico o lo fantástico. En esta etapa se incluyen novelas como «Realidad» (1889), «Ángel Guerra» (1891), «Tristana» (1892), «Nazarín» (1895) o «Misericordia» (1897).

Ideas y temática de su obra

Hay una serie de ideas y temas que pueden considerarse totalmente «galdosianos»:

  1. La crítica social. Galdós siente un gran respeto por las clases desfavorecidas, como los mendigos, los enfermos o los lisiados, al mismo tiempo que muestra un desapego hacia quienes no se han adecuado a los tiempos presentes, como clérigos, nobles u ociosos. La clase social que más critica en su obra es la burguesía.
  2. La política, la cual es enjuiciada desde la perspectiva histórica del momento. Hay obras que son análisis muy acertados del presente y del pasado inmediato de su autor. En estos aparece el talante liberal, republicano y socialista que presidió la evolución de sus ideas. Galdós avanza hacia una visión pesimista de la Historia, sobre todo en su vejez, que le lleva a considerar el destino trágico del país como algo íntimamente enraizado en el español.
  3. La religión. Se muestra en contra del poder del clero, aunque revela simpatías por el cura evangélico.

El estilo realista de Galdós

Galdós crea en sus obras un universo de ficción fiel a la realidad. La sociedad contemporánea es, de hecho, su fuente de inspiración. Así, en su discurso de ingreso en la Real Academia Española, que significativamente se titula «La sociedad presente como materia novelable», afirma:

«Imagen de la vida es la Novela, y el arte de componerla estriba en reproducir los caracteres humanos, las pasiones, las debilidades, lo grande y lo pequeño, las almas y las fisonomías, todo lo espiritual y lo físico que nos constituye y nos rodea, y el lenguaje, que es la marca de raza, y las viviendas, que son el signo de la familia, y la vestidura, que diseña los últimos trazos externos de la personalidad: todo esto sin olvidar que debe existir perfecto fiel de balanza entre la exactitud y la belleza de la reproducción. 

Los diálogos y el humor son también aspectos fundamentales del estilo de Galdós.

Si te gusta la novela de estilo realista, mañana seguiremos profundizando en ella, analizando también al otro escritor estrella de este movimiento: Leopoldo Alas «Clarín».


Sé el primero en comentar

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

  1. Responsable de los datos: Miguel Ángel Gatón
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.