El Festival Internacional Cinema Jove de Valencia ha celebrado su 40ª edición con una programación repleta de propuestas frescas y cine emergente. En esta edición tan especial, el Premio Luna de Valencia al Mejor Largometraje ha sido concedido a ‘Aquel verano en París’, la primera película de la directora francesa Valentine Cadic. Este debut ha conquistado tanto al jurado como al público por su honestidad emocional, su narrativa discreta y su forma de hallar belleza en los detalles cotidianos.
La obra cuenta la historia de Blandine, una treintañera que viaja a París durante la celebración de unos Juegos Olímpicos con la intención de asistir a una prueba de natación. Sin embargo, su verdadero propósito es más íntimo: reencontrarse con su hermanastra, a quien no ve desde hace más de ocho años. Esta inesperada visita se convierte en el eje central de un relato que explora la soledad elegida, las relaciones familiares distantes y el redescubrimiento de una misma.
Valentine Cadic, además de dirigir y escribir el guion de la película, es fundadora del colectivo Les Filmeuses, una iniciativa nacida en 2020 para fomentar el desarrollo de mujeres cineastas. Su visión personal impregna toda la película, que combina ficción con elementos del cine documental. Aprovechando el ambiente real de los Juegos Olímpicos en París y el bullicio espontáneo de sus calles, Cadic rodó en tiempo real, adaptando el guion a los imprevistos del entorno, como la cancelación de competiciones o la aparición de espontáneos en escena.
Una historia de lazos rotos, reencuentros y soledad voluntaria
La protagonista, Blandine, se ve obligada a contactar con su hermana tras ser rechazada en un albergue juvenil por superar la edad límite. Ambas mujeres, marcadas por vidas y decisiones muy distintas, se ven forzadas a reconectar durante unos días en una ciudad saturada de visitantes, luces y celebraciones olímpicas. Por un lado, Blandine acaba de dejar una relación sentimental por no querer tener hijos, mientras que su hermana vive atrapada en su reciente maternidad y su divorcio.
Cadic elige la intimidad por encima del espectáculo, mostrando momentos casi imperceptibles que terminan adquiriendo un peso emocional profundo. Esta búsqueda de soledad plena y voluntaria —un concepto poco explorado en el cine— se convierte en uno de los ejes principales de la película.
La directora menciona: “Contar una historia sobre una mujer adulta que no quiere ser madre y que busca espacios de soledad me parecía una decisión política, además de narrativa. La soledad también puede ser deseada, y eso no siempre se refleja en pantalla”.
Ficción y realidad se entrelazan de forma natural
Uno de los elementos más destacados de ‘Aquel verano en París’ es su hibridación entre ficción y documental. La película introduce vídeos reales de la nadadora francesa Béryl Gastaldello, candidata olímpica que aparece en fragmentos grabados expresamente para la obra, comunicándose con sus seguidores a través de redes sociales. Este recurso aporta una dimensión realista y contemporánea al relato, acercando la historia de Blandine al contexto más amplio del mundo actual.
El jurado, formado por Adrijana Sofranic, Boré Buika y Gunnur Martinsdóttir, valoró especialmente la honestidad emocional y la capacidad de la obra para hallar poesía en escenas anecdóticas. También destacaron el enfoque sutil de Cadic al retratar un reencuentro que comienza de manera casual pero termina revelando una carga emocional inesperada.
El festival también destacó que ‘Aquel verano en París’ refleja con fidelidad las contradicciones de una generación marcada por la incertidumbre relacional, la búsqueda de identidad y los vínculos familiares complejos. Todo ello ambientado en la efervescente pero caótica atmósfera de unos Juegos Olímpicos como símbolo del ruido exterior frente a la introspección personal.
Este premio impulsa la carrera de Valentine Cadic, quien con esta ópera prima se perfila como una voz con sensibilidad propia en el cine europeo independiente. El reconocimiento en Cinema Jove, uno de los principales certámenes dedicados al cine joven y emergente en España, abre las puertas a futuras proyecciones y participaciones en otros festivales internacionales.
‘Aquel verano en París’ se consolida como una obra que, sin grandes artificios, logra comunicar emociones profundas y ofrecer nuevos enfoques sobre la feminidad, las decisiones personales y los vínculos afectivos. La película refleja los valores que el certamen busca promover: autenticidad, riesgo y narrativas innovadoras.