Los lectores españoles elegimos nuestro siguiente libro fundamentalmente por el boca a boca (más del 50% de los lectores), por lo que nos recomienda nuestro entorno cercano y, cada vez más (casi el 40% de los lectores), buscamos recomendaciones externas en las páginas y blogs especializados en literatura.
El primer blog literario en español nació en 1996, cuando pocos habíamos oído hablar de los blogs y a muchos menos se nos habría ocurrido acudir a ellos para elegir nuestra siguiente lectura. La gran pionera fue Anika, una valenciana, que por entonces tenía 28 años, apasionada de la literatura y visionaria de las nuevas tecnologías que creó Anika entre Libros (inicialmente llamada Anika Libros). Hoy tenemos el privilegio de tenerla en nuestras páginas.
Actualidad Literatura: ¿Cómo se te ocurrió la idea de Anika entre libros en un momento en el que un blog era una palabra que ni siquiera existía en el vocabulario de la mayoría de los españoles, y menos aún de los lectores?
Anika: De hecho cuando empecé no existían los blogs, si no las bitácoras, y eran muy personales. Navegando me di cuenta de que no existía lo que a mí me gustaba. Yo preferí crear una revista interactiva en html, una web, lo que ocurre es que ya me he acostumbrado a que lo llamen blog y no me disgusto por ello. Lo que veía en internet en aquel entonces eran escaparates: no había colaboración, ni participación, ni interacción con los autores. Creé tres revistas basándome en lo que me gustaría a mí como “visitante”, una de cine, otra de libros y una tercera de terror (La casa de Kruela, la más exitosa de todas). Hice lo que me gustaba: en el caso de Anika Entre Libros crear contenidos que pusieran en contacto a autores con lectores, crear espacios para participar activamente, como el Taller Proyecto Versiones, invitar a la gente a opinar de los libros… Esto fue lo más cañero porque en aquel entonces ya hacía el 2.0, pero yo sola a mano, copiando y pegando las opiniones que me enviaban por e-mail, incluso las respuestas, y corrigiendo faltas si las había. Veinte años después dijeron que habían creado el 2.0 y me moría de la risa. Estaba claro que no me habían conocido a mí, ja ja ja. Toda esa interactividad no existía entonces, tenías que irte a un chat o a un foro para intercambiar opiniones. Con el tiempo me tocó elegir cuál de las tres webs mantener porque no podía con todo. Los blogs vinieron después y para entonces yo ya tenía el apelativo de “jefa” y de “madre” de los blogueros, ja ja ja. Aun así cuando hablan de pioneras aún hay mucha gente que no sabe ni que existo.
AL: ¿Qué lleva a una persona joven a cambiar la salidas de marcha con los amigos ¡en una ciudad como Valencia! por el trabajo que lleva lanzar no uno si no varios blogs del sector de la cultura?
Anika: Esa respuesta es fácil: Cuando empecé con la web llevaba varios años casada, ya había vivido todas las fiestas habidas y por haber, y después de crearlas me quedé embarazada, así que más que compaginar la marcha con el trabajo de las webs, compaginé mi dedicación a los contenidos con mi vida privada: cenas en casa con amigos, biberones, libros y paseos con el carrito. Me pasaba casi media vida en un kiosko porque el peque se entretenía allí y yo estaba rodeada de revistas y libros. Así éramos felices los dos. La marcha valenciana la viví antes, no te creas que me la perdí. El caso es que aunque fui pionera supongo que no era tan jovencita. Mi físico engaña. Acabo de cumplir 51.
AL: Hoy Anika entre libros es un blog que todas las editoriales tienen presente, con un gran reconocimiento y reputación entre lectores, escritores y editores y en el que colaboran varios redactores. Tienes garantizada desde tu sitio en la Gala de los Premios Planeta al envío de ejemplares pidiéndote reseña de los libros en las que las editoriales ponen sus mayores esperanzas de éxito. Esto no es casual, es fruto un trabajo arduo y muy profesional. ¿Cuáles son los criterios y la forma de trabajo que has seguido para conseguir esta reputación profesional?
Anika: Honestidad, educación, compromiso y muchísimo trabajo. Y el tiempo que llevo online, naturalmente. Tampoco creé Anika Entre Libros como un negocio, la concebí como un lugar para lectores interactivo sin ánimo de lucro, de modo que hemos sido siempre muy libres a la hora de opinar. De hecho se me han enfadado autores y lectores por no hablar muy bien de un libro suyo o que han leído ellos, pero las editoriales nunca me han presionado. Lo máximo que he leído en un correo ha sido “trátalo bien, por favor”, pero tratarlo bien, para mí, es ser educada a la hora de opinar. A mí no me vale una crítica con mala leche, no me sirve de nada. Las reseñas tienen que contarle al posible lector qué le han transmitido al reseñador, qué les ha gustado, qué no en el caso de que sea así, a quién puede gustarle, si lo ven bien escrito, si destaca por algo, etc. Subjetividad y objetividad a ser posible en una misma reseña. Cosas que le lleguen al posible destinatario. No estoy pensando en la editorial -que en el fondo es la gran beneficiada- porque soy una lectora que se dirige a otros lectores. Entiendo que eso es lo más respetable y los lectores que me leen o nos leen agradecen la sinceridad.
AL: Madre de tres hijos, lectora incansable. ¿Qué le aporta a Anika como ser humano Anika entre libros? ¿Qué satisfacciones compensan la cantidad de años y horas dedicadas a este proyecto?
Anika: Ufff. Me lo he preguntado muchas veces, pero la respuesta siempre la he tenido en momentos puntuales: en algunas ocasiones he estado a punto de cerrar. No es fácil pagar gastos de algo que no te aporta beneficio alguno, pero cuando ya estaba casi decidida a cerrar la web recibía e-mails de gente que me contaba que gracias a la web se les había pasado la depresión, o que les había ayudado a superar cosas… cosas que me hacían llorar y tomar la decisión de seguir adelante porque igual yo estaba muy agobiada y veía el futuro muy negro sin ingresos en casa, pero estaba ayudando anímicamente a gente. Esos mensajes no podían ser casuales. Siempre llegaban cuando yo estaba pensando abandonar. Después de todo no es por recibir libros. Yo he leído siempre y cuando no tenía dinero me iba a la biblioteca. Hoy también me ayuda a seguir adelante el saber que gracias a mi trabajo me surgen trabajos relacionados, esta vez sí, remunerados.
AL: Después de tanto tiempo observando los cambios en los hábitos de lectura, de tiempo dedicado, de géneros literarios, de gustos, estás en una posición privilegiada para intuir cómo será la relación entre los libros y las nuevas generaciones: ¿hay un futuro para los libros? ¿Qué pasará con el sector editorial?
Anika: No creo que cambie significativamente a corto plazo. Cambian los soportes, pero el placer de la lectura seguirá en el mismo lugar: o naces con él, o te lo inculcan, o te lo descubren. Lo único que echo de menos es la calidad, y como ya hemos llegado a eso no dudo que seguirá así porque igual que hay gente con criterio, los hay que tienen poco. Hoy se publica todo, cualquier cosa. Basta con que tengas seguidores para que la editorial se fije en ti, y nosotros hemos empezado a rechazar leer ciertos libros porque ni repitiendo autor/a hemos visto una evolución en la calidad literaria de estos. Son autores porque para la editorial son un negocio. Yo también escribo, lo hago desde pequeña, y sé que no le puedo gustar a todo el mundo, eso es una obviedad, pero si escribo pongo todo de mí en la escritura, me lo curro. No me gustaría que me dijeran “uff, tantos años leyendo y qué mal escribe esta mujer”. Ahora publica mucha gente que escribe fatal. Sospecho que esta moda seguirá instalada mucho tiempo así que a corto plazo, hasta que llegue otra moda, la cosa seguirá igual. De hecho ya se ha instaurado una nueva que no desbanca a la nombrada: cantantes, actores y actrices que ahora escriben libros. Cada vez son más. Digamos que el mundo editorial se ha guiado siempre y seguirá guiándose por booms, modas, y algunas nefastas (como la de la nula calidad literaria pero con muchos seguidores en instagram u otras redes sociales) se quedan para siempre, y en este sentido los nuevos lectores aprenden que la calidad no importa. Eso es lo peor de la degeneración presente y futura editorial.
AL: A lo largo de 23 años de existencia en este mundo y con la evolución que ha experimentado tanto la tecnología como el mundo del libro, tendrás muchas anécdotas que compartir con los lectores.
Anika: Alguna. La primera es que sigo sin usar lector. Soy fetichista, a mí que no me cambien un libro por una pantalla. Aun así me ha tocado leer mucho en pantalla porque los manuscritos para premios vienen en pdf (así los he leído como lectora pero no como jurado), pero como eso es trabajo remunerado no me quejo, jajaja. Tampoco entiendo la gente que lee en el móvil. Voy detrás de mis hijos continuamente diciendo que se van a quedar ciegos. Soy de las que todavía llama “maquinitas” a la gameboy, o si ya no existe, que no lo sé, la nintendo o la wii. Soy terrible con las nuevas tecnologías. Aún no sé subir un e-book a internet. A veces pienso que soy como aquellas abuelitas que no entendían cómo podían volar los aviones.
AL: A pesar de ser la pionera en esto de los blogs, tardaste mucho en entrar en redes sociales.
Anika: Cierto. Cuando llegué a facebook y a twitter el resto de blogs y páginas ya tenían cientos e incluso miles de seguidores; tuve que empezar ahí de cero otra vez (he empezado de cero varias veces por diversos motivos), y aunque parezca increíble hace sólo dos meses que me he atrevido a hacerme youtuber. He tenido que vencer mis miedos porque ser youtuber con 50 tacos hablando de libros cuando la mayoría de los que llevan años haciéndolo parecen mis hijos… No ha sido fácil, pero yo me levanto comiéndome el mundo cada día. Además así les doy más visibilidad a los libros y muestro más variedad a los posibles lectores. Desde que empecé, libro que me llega, libro que les muestro y les cuento de qué va. No podré leerlos todos así que pensé que lo mínimo que podía hacer era enseñar las novedades editoriales que me llegaban. Ya voy por el sexto vídeo y parece que he perdido el miedo (Parece).
AL: ¿Qué opinas de que muchas editoriales consideren novedades un libro sólo durante tres meses?
Anika: Es tristísimo que se considere un libro ya antiguo a partir del tercer mes ¡Y no te digo nada si lo publicaron el año pasado! Como si los lectores solo quisiéramos novedades, cuando, en realidad, muchos lectores no pueden permitirse comprarse tantos libros –y mucho menos leérselos-. Además nos guiamos por el boca a boca y las reseñas, y no por las “novedades” siempre. Los libros deben cuidarse más, darles larga vida, mimarlos, quererlos, no dejar nunca de publicitarlos o aconsejarlos si valen la pena. Lo contrario se llama negocio y a los lectores no nos gusta eso. Larga vida al libro, por favor. Vale que se queden algunos por el camino porque no han tenido éxito ¿pero todos? Anteayer le decía a una chica de prensa de un grupo editorial algo sobre un libro y me contestó que ese libro era del año pasado, como si el libro ya no tuviera valor. ¿Te imaginas cómo puede sentirse un autor o un lector ante algo así? Yo seguiré leyendo libros de otros años, y en mis estadísticas veo que entran muchísimo a reseñas de libros que tienen años. Pero muchísimo. A los lectores nos gusta disfrutar de los libros, no que nos los enseñen y tres meses más tarde los retiren. Supongo que las editoriales prefieren que el público se desvíe hacia el ebook pero por lo que he leído seguimos siendo uno de los países que leemos más libros físicos que electrónicos. No sé si será verdad pero sospecho que sí, somos muy de costumbres.
AL: ¿Qué le deparará el futuro a Anika entre libros y a la propia Anika?
Anika: Espero que alegrías. Aunque llevo un tiempo intentando rascar horas de la web para leer más –porque hay gente que lee más que yo, créeme- y también para escribir, ya que he dedicado tantísimo tiempo a Anika Entre Libros que no disponía de libertad para nada más. Tengo la suerte de contar con dos amigos (Selin y Ross) que me ayudan con ella, y somos un montón de amigos leyendo y reseñando. Llevo con esta dinámica más de veinte años y deduzco que seguirá así hasta que me salga algo lo suficientemente bueno como para que valga la pena dejarla. De momento me ha traído colaboraciones en la revista Más Allá, en la revista Qué Leer y la posibilidad de llevar Clubs de Lectura juveniles, aparte de otros trabajos relacionados con la lectura, y estas cosas puedo compaginarlas con la web.
AL: Y, para terminar, la pregunta más íntima que se le puede hacer a una bloguera literaria: ¿qué te gusta leer? ¿Algún género favorito? ¿Uno o varios escritores de cabecera?
Anika: Soy conocida por mis gustos literarios especialmente oscuros. Aunque leo y he leído de todo, estoy en un punto en el que prefiero aprovechar el tiempo que me queda exclusivamente para aquello que me entretiene y me sorprende. Sorprenderme ya no es fácil, por eso como lectora busco la sorpresa. Mis géneros son el terror, la ciencia ficción, las distopías, el género negro (thriller, domestic noir y cualquiera que no tenga una trama evidente o, en caso contrario, que tenga la capacidad de asombrarme o engancharme), algo de fantástico, y, aunque la tengo abandonada porque suelen ser tochos, me ha gustado siempre la novela histórica cuando no habla de la guerra civil española, que como el grial y la sábana santa son temas que me aburren ya soberanamente. También leo muy a gusto algunas novelas juveniles y comics, sin abandonar jamás los libros de divulgación y ensayos sobre el misterio.
Sobre autores, siempre he dicho que no me gusta hacer una lista o decir tres nombres porque dejaría atrás a muchos. Una persona que lee poco podría hacerlo, quienes leemos tantísimo no podemos reducir la lista con tanta facilidad. Si te digo que me encanta Biurrun, J. Palma o Carrisi me estoy dejando a Somoza, a Sisí o a Thilliez. Y ese ejemplo me vale para una lista enorme. Si te doy veinte nombres aún me estaré dejando otros veinte. Generalmente lo que hago es contestar con nombres de autores ya muertos: Poe, Lovecraft, Wilde, Shirley Jackson…
Muchos años más esperamos que siga Anika acercando los libros a los lectores y ¿por qué no? Generando curiosidad por los libros en los jóvenes que se acercan a ver de qué va esto de la literatura.