Anécdotas y datos curiosos sobre libros y escritores

Anécdotas y datos curiosos sobre escritores

Conocer un poco más a fondo a esos «locos» escritores que tantas alegrías nos han dado con sus creaciones literarias siempre viene bien. Quizás así entendamos en parte qué les llevo a escribir según que libros. Si te gusta saber de anécdotas y datos curiosos sobre libros y escritores quédate en Actualidad Literatura a echar este pequeño rato. ¡Será entretenido!

Los nombres y títulos que aquí veremos serán: Kafka, Charles Dickens, Lord Byron, Víctor Hugo y su novela «Los Miserables» y Arthur Miller.

Arthur Miller y su cara que le sonaba a…

Anécdotas y datos curiosos sobre escritores - Miller

Arthur Miller se encontraba sentado en un bar mientras tomaba una copa, cuando lo abordó un hombre muy bien vestido que comenzó el siguiente diálogo:

-¿No eres tú Arthur Miller?

-Sí, lo soy ¿por qué?

-¿No te acuerdas de mí?

-Tu cara me resulta familiar, pero…

-Soy tu viejo amigo Sam. Estudiamos juntos en secundaria…

-Me temo que…

-La vida me ha ido bien. Poseo unos grandes almacenes ¿A qué te has dedicado tú?

-Bueno, yo….a escribir

-¿Y qué escribes?

-Obras de teatro, sobre todo

-¿Alguna vez te han producido alguna?

-Sí, alguna

-Dime el título, a ver si la conozco

-Bueno… ¿tal vez has oído hablar de “Muerte de un viajante”?

El hombre quedó perplejo con la boca abierta. Su rostro palideció y quedó por un momento si habla. Un rato después preguntó:

¿No serás tú el Arthur Miller escritor?

Dylan-Thomas y sus poemas

Según palabras del propio poeta Dylan-Thomas, sus poemas «no los entendía ni su madre»… Juzguen vosotros mismos:

«Llorando los hombres buenos, al llegar la última ola
Por el brillo con que sus frágiles obras pudieron haber danzado en una verde bahía,
Se enfurecen, se enfurecen ante la muerte de la luz».

«Y la muerte no tendrá señorío.
Aunque las gaviotas no griten más en su oído
ni las olas estallen ruidosas en las costas;
aunque no broten flores donde antes brotaron ni levanten
ya más la cabeza al golpe de la lluvia;
aunque estén locos y muertos como clavos,
las cabezas de los cadaveres martillearan margaritas;
estallarán al sol hasta que el sol estalle,
y la muerte no tendrá señorío».

¿No parecen tan complicados de entender, verdad?

Víctor Hugo y «Los Miserables»

Víctor Hugo se encontraba viajando pero como buen escritor pendiente de sus creaciones, quería saber qué tal iba la edición de su novela «Los Miserables».

Le escribió una carta a su editor Hurst & Blackett poniéndole un simple signo de interrogación «?». Y la respuesta que recibiría fue tan simple como la pregunta, ya que le contestó con un sencillo signo de exclamación «!». Dicen que es la correspondencia más breve de la Historia

A día de hoy puede parecernos normal, con las facilidades que tenemos a la hora de comunicarnos (Whatsapp, mails, Facebook, etc.), pero imaginaros por entonces enviar como recibir una carta con un sólo carácter. Víctor Hugo era un ‘crack’ y su editor no se quedaba atrás.

Kafka y la niña de la muñeca perdida

Anécdotas y datos curiosos sobre escritores - Kafka

Según relató Dora Dymant, compañera sentimental de Kafka en sus últimos años, el novelista protagonizó una anécdota que dice mucho sobre su personalidad.

«Mientras paseaba por un parque cercano a su casa, encontró a una niña llorando porque había perdido su muñeca. Aquel día, entró en el mismo estado de tensión nerviosa que lo poseía cada vez que se sentaba frente a su escritorio, así fuera para escribir una carta o una postal. Decidió escribir una carta en la que la muñeca contara el porqué de su marcha. Había decidido irse a correr mundo. Como la niña encontró consuelo en su lectura, Kafka siguió escribiendo misivas de la muñeca que hablaban de sus viajes, así durante tres semanas. En la última carta, explicaba por qué no podía volver: se iba a casar, lo que suponemos sería una explicación razonable de su abandono para la niña».

Estas cartas desaparecieron, sobre todo porque nunca pudieron encontrar a la niña «amiga» de Kafka. Jordi Sierra i Fabra, conoció la anécdota a través de César Aira y decidió escribir sobre ello en una obra llamada «Kafka y la muñeca viajera». También Paul Auster, en su libro «Brooklyn follies», menciona la anécdota para alabar al escritor y su solidaridad, capaz de crear una obra de arte para una sola lectora.

Charles Dickens y su no necesitada soledad para concentrarse

Según palabras de su cuñado Burntt:

«Una tarde en Doughty Street, la señora Dickens, mi esposa y yo estábamos charlando de lo divino y lo humano al amor de la lumbre, cuando de repente apareció Dickens. “¿Cómo, vosotros aquí?”, exclamó. “Estupendo, ahora mismo me traigo el trabajo”. Poco después reapareció con el manuscrito de Oliver Twist; luego sin dejar de hablar se sentó a una mesita, nos rogó que siguiéramos con nuestra charla y reanudó la escritura, muy deprisa. De vez en cuando intervenía él también en nuestras bromas, pero sin dejar de mover la pluma. Luego volvía a sus papeles, con la lengua apretada entre los labios y las cejas trepidantes, atrapado en medio de los personajes que estaba describiendo…»

Visto esto, Charles Dickens creaba más y mejor cuando tenía movimiento y bullicio de gente alrededor suya… Cosa poco normal entre la gran mayoría de escritores que prefieren la soledad para recrear su oficio.

Lord Byron

replica by Thomas Phillips, oil on canvas, circa 1835 (1813)

La vida de Lord Byron está repleta de anécdotas y hechos curiosos que aún sorprenden:

  • Era patihendido (tenía los dedos de los pies hacia dentro).
  • Su primera relación sexual fue con 9 años, con la institutriz Mary Gray.
  • Fue bisexual reconocido.
  • Fue un pederasta consumado.
  • Se enamoró de dos de sus primas.
  • Practico el incesto con su media hermana Augusta Leigh, la cuál tuvo una hija y se llegó a rumorear que podía ser del propio Byron.

Toda una corta vida lujuriosa y polémica… Murió a los 36 años de edad.

Y hasta aquí, lectores. Si os gustan este tipo de artículos donde podemos conocer un poco más a algunos de nuestros autores favoritos, hacérnoslo saber en el apartado de comentarios. ¡Gracias!


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      the cuentista dijo

    Que quiere decir que Byron fue pederasta «consumado»?
    Partiendo de la base que «consumado», aplicado a una persona significa que es excelente o perfecto en la actividad a la que se refiere, no entiendo el concepto en este caso…

         Mc ishi dijo

      Lo está usando como participio del verbo «consumar» que es «Llevar a cabo totalmente algo.» En ese sentido, lo está queriendo decir es que tuvo relaciones sexuales con niños. Mi duda está es que si esto es una redundancia. ¿Existe un pederasta que no haya tenido relaciones con niños o menores de edad para ley? O ¿a ese que tiene la inclinación erótica hacia los niños, pero no la consuma queda en un campo más amplio de la pedofilia y la pederastia queda clasificado solo para delitos consumados de pedofilia?

      Jose dijo

    He disfrutado muchísimo este artículo. Usted me ha dado un regalo formidable porque yo no conocía a Dylan-Thomas y tiene una respiración que me resulta muy cómoda, solo basta desalojar los vacíos para entenderlo. Gracias nuevamente, ya bajé una antología completa de él. Gracias otra vez jeje

      Alberto Díaz dijo

    Hola, Carmen.
    Gracias por este artículo, muy interesante. No conocía las anécdotas sobre Arthur Miller, Dylan-Thomas, Dickens y Lord Byron. Sí la de Victor Hugo. Y la de Kafka puede que ya la hubiese leído hace tiempo, aunque no sabía que esa anécdota aparece en el libro de Paul Auster y que la empleó Jordi Sierra i Fabra.
    Me pregunto qué habrá sido de las cartas que Kafka escribió simulando ser la muñeca y si existen, dónde están. Tal vez estén destruidas o tal vez, como ya ha ocurrido muchas veces con otros documentos, salgan a la luz en el momento más inesperado. Ojalá algún día se puedan recuperar.
    Está muy bien el poema de Dylan-Thomas y es cierto que no es difícil de entender.
    Respecto a Dickens, existen numerosas curiosidades: le encantaba caminar y se pegaba unas caminatas larguísimas. Le atraía actuar y lo hacía muy bien. Era habitual que representase diferentes personajes ante sus familiares y amigos cuando leía sus historias en voz alta. Es más, iba a hacer una prueba para entrar en una prestigiosa escuela de interpretación de Londres y un inoportuno catarro se lo impidió. Nunca volvió a intentarlo. Incluso un famoso actor de su época alabó las cualidades interpretativas de Dickens.
    Me gustaría, como a muchos otros lectores de este blog, que cada semana publicases un artículo como éste. A mí me encanta leer anécdotas históricas, literarias o de cualquier tipo.
    Un saludo literario, y no anecdótico, desde Oviedo.

      Alberto Díaz dijo

    Hola de nuevo, Carmen.
    Tiene razón «The Cuentista»: el adjetivo «consumado» no está bien al lado de «pederasta». Aunque se entiende perfectamente el sentido en que lo dices.
    Un saludo literario desde Asturias.

      mirealidadpropia dijo

    Me encantó el artículo!!

      Alberto Simal dijo

    Vale que Dylan Thomas no es Machado, pero con una traducción tan atroz, normal que parezca una patata deforme… Creo que ya deberíamos haber dejado atrás lo de «entender la poesía». ¿Tan bien se entiende, por ejemplo, el Pequeño vals vienés de Lorca, comparado con los poemas de Thomas?
    Otra cosa: ¡no entiendo ese guión uniendo nombre y apellido, Carmen-guillen!