Analizamos la obra de Leopoldo Alas «Clarín»: La Regenta

Leopoldo Alas «Clarín» nació en Zamora el año 1852 y murió en Oviedo en 1901. Fue un hombre de espíritu abierto, liberal, anticlerical y republicano. Residió unos años en Madrid, concretamente entre el año 1871 y 1882; allí entraría en contacto con el entorno «krausista». Desde el año 1883, trabajó en la Universidad de Oviedo, donde fue Catedrático de Derecho.

Además de escribir novela, Clarín escribió artículos periodísticos, cuentos,… Escribió una de las obras más destacables en España: «La Regenta». En ella, se narra el proceso de degeneración moral de Ana Ozores en el cerrado ambiente de Vetusta, una ciudad de provincias que representa a Oviedo.

El narrador

El narrador de «La Regenta» se comporta como un ser superior a sus criaturas, a las que conoce mejor que ellos mismos. Tiene un carácter omnisciente y, aunque su voz se escucha directamente, evita identificarse con los personajes. De esta forma, se manifiesta neutral en su ideología, lograda a veces desde el perspectivismo, que consiste en emplear las opiniones de otros para presentar a un personaje antes de que se introduzca en la novela. De esta forma, es retratado desde diversos puntos de vista.

Estructura de la novela

  • Su estructura interna se divide en dos partes. La primera de ellas (va desde el capítulo I al XV), se desarrolla en tres días y aborda esencialmente la presentación de los personajes y del ambiente. Mediante los monólogos internos de los personajes, el autor recupera su pasado para el lector (niñez, adolescencia de Ana, aspiraciones e infancia de don Fermín, etc.). Por otro lado, la segunda parte (del capítulo XVI al XXX) se centra en el desarrollo del conflicto apuntado en la primera parte: las relaciones de Vetusta con Ana, las de don Fermín con Vetusta y las de Ana y el Magistral. Se caracteriza por la acción, y temporalmente abarca desde el noviembre siguiente hasta octubre de tres años más tarde.
  • La novela empieza con una tensión en su protagonista, quien se debate entre la influencia que sobre ella ejerce la ciudad (representada por don Álvaro) y la que supone la presencia del Magistral. Después, Ana reacciona contra la absorción de este y se inclina hacia Álvaro Mesía, lo que supone la caída de la protagonista en el pecado del adulterio y su consecuente desgracia social.
  • Su estructura es circular, puesto que se encuentra sólidamente construida y retoma en su desenlace elementos del comienzo: principio y fin se sitúan en octubre y en la catedral.

Personajes y conflictos

La obra cuenta con más de 100 personajes, con un mundo rico y perfectamente cohesionado. Entre todos, se destacan los siguientes:

  • Ana Ozores, la protagonista, la Regenta. Joven esposa del jubilado regente de la Audiencia, don Víctor Quintanar, a quien no ama. Es una mujer de carácter atormentado, inadaptada e inconforme con su vida. A pesar de ello, es un personaje admirado y envidiado por las demás mujeres debido a su belleza e intachable moral.
  • Don Fermín de Pas, el canónigo magistral, confesor de Ana. Es un hombre ambicioso que pretende tener en sus manos el poder de manejar a toda la ciudad, especialmente a Ana Ozores, la Regenta. Don Fermín actúa de mala manera, ya que piensa que Ana le pertenece y hasta se comporta como un marido en ocasiones, enamorándose de ella.
  • Don Álvaro Mesía, es el personaje del que se enamora la Regenta. Es un simple conquistador, un ser despreciable y vulgar. Don Álvaro no puede ofrecerle la vida que ella persigue: es un miembro más de Vetusta y representa a la sociedad hipócrita y sin aspiraciones que empuja y arrastra a la protagonista.

Aspectos ideológicos más representativos

Esta obra se ha entendido como la representación de la desilusión romántica del autor, la cuál la expresa a través de sus protagonistas. En ella, se expresa la decepción ante el mundo y el fracaso del amor como salvación espiritual. Se enfrenta lo que se desea tener y lo que se tiene. Asimismo, la novela constituye una crítica a la falsedad presente en la sociedad, sobre la que el autor descarga su ironía: se alaba la virtud y en cambio se desea el pecado ajeno, los personajes se esfuerzan en fingir lo que no son, etc. De este modo, La Regenta es a un tiempo una sátira y un drama: por un lado tenemos la comedia de Vetusta, la cuál se mira desde la superficie, y por otro está la tragedia de Ana Ozores, que se analiza en profundidad.


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  1.   Balmes dijo

    Que jovenes morian antiguamente la gente, es Leopoldo no llego ni a los cincuenta, otro intelectual al que admiro mucho, Jaime Balmes igual, menos mal que dejaron fecunda creacion para el deleite de los que por degracia no nacimos con tanto talento, pero ?se imaginan estos genios hubieran tenido la esperanza actual, cuantas mas joyas nos hubieran dejado?…

  2.   anonimo dijo

    me has salvado