El cine de terror argentino ha dado un salto notable en los últimos años y la llegada de “1978” a Max ha encendido el debate tanto entre aficionados al género como entre quienes buscan nuevas formas de abordar la historia reciente de Argentina. Esta producción se atreve a mezclar la violencia institucional de la dictadura con elementos sobrenaturales, creando una película tan inquietante como polémica.
La película se desarrolla en un contexto histórico real y oscuro: la final del Mundial de 1978 durante la dictadura militar argentina. Mientras el país celebra la victoria futbolística, un grupo de torturadores secuestra a jóvenes en pleno operativo de represión. Pronto descubrirán que estas víctimas forman parte de un culto con tintes demoníacos y que el centro clandestino de detención se convertirá en un infierno imposible de controlar.
El principal atractivo de “1978” reside en su manera de cruzar la línea entre el horror institucional y el terror sobrenatural. El guion utiliza este giro para plantear una metáfora potente: los crímenes de Estado y lo inexplicable se funden, llevando la tensión a un nivel superior. La película no se limita al susto fácil, sino que invita a confrontar el pasado y las heridas colectivas del país.
Un recorrido entre festivales y éxitos en streaming
Desde su estreno mundial en el prestigioso Festival de Sitges, “1978” ha sido presentada en más de 60 festivales internacionales, logrando más de 30 galardones por su audaz combinación de denuncia política y género fantástico. También participó en Screamfest en Los Ángeles y recibió reconocimientos por dirección, actuaciones y efectos especiales.
Su llegada a Max le ha otorgado una segunda vida, colocándose rápidamente entre las películas más vistas de la plataforma en Latinoamérica, solo detrás de grandes producciones estadounidenses. En Argentina, atrajo a más de 25.000 espectadores a las salas, cifras significativas para un film local y de género.
Crítica, homenajes y debate sobre su ejecución
Dirigida por Luciano y Nicolás Onetti, “1978” cuenta con un elenco sólido encabezado por Mario Alarcón, Agustín Pardella, Carlos Portaluppi y otros reconocidos del cine argentino. La película inicia con una ambientación opresiva y actuaciones convincentes, especialmente entre los personajes represores, transmitiendo un realismo incómodo en las escenas de tortura y abuso de poder.
No obstante, la obra ha dividido opiniones entre críticos y público. Muchas reseñas destacan que, aunque la primera mitad del film destaca por su fuerza visual y manejo del suspense, el giro hacia el horror sobrenatural no termina de convencer ni de encontrar un equilibrio completo. La inclusión de homenajes a clásicos del género, como el “giallo” italiano, “Evil Dead” o segmentos de la saga “V/H/S”, a veces cae en clichés visuales y narrativos que afectan la cohesión del conjunto.
Su estética apuesta por un look setentero y por efectos prácticos en maquillaje y escenas violentas, buscando impactar al espectador. Sin embargo, el despliegue de lo sobrenatural puede parecer forzado, ya que introduce reglas y elementos que no siempre son explicados, lo que puede alejar a parte de la audiencia.
¿Apuesta valiente o caos narrativo?
A pesar de sus defectos, “1978” ha logrado algo que muy pocas obras del género consiguen: poner el terror argentino contemporáneo en el centro de la discusión internacional. Su visión incómoda sobre la dictadura, su fusión con lo paranormal y su puesta en escena arriesgada la convierten en uno de los estrenos más destacados del cine latinoamericano reciente.
Para quienes son amantes del género o buscan una película diferente que invitar a la reflexión sobre la memoria histórica, “1978” ya está disponible en Max y ofrece una oportunidad para explorar cómo el cine puede dialogar con las heridas del pasado utilizando sus propios códigos, sin perder la esencia de lo fantástico.