16 libros que Ernest Hemingway recomendó a un joven escritor en 1934

ernest-hemingway

Arnold Samuelson, un joven periodista de tan solo 22 años, decidido y aventurero, se embarcó en un gran viaje por su país después de finalizar sus estudios universitarios. Empacó un par de cosas necesarias en su mochila, junto con su violín, y vendió a un periódico local una serie de artículos para poder emprender el viaje. A su vuelta a Minnesota, allá por el mes de abril de 1934, leyó por primera vez un cuento de Ernest Hemingway en el diario Cosmopolitan. El cuento en cuestión se titulaba «Un viaje al otro lado», el cuál posteriormente formaría parte de su novela «Tener y no tener».

El joven quedó tan impresionado con la lectura del cuento que no tuvo más remedio que emprender un viaje de más de 2.000 millas haciendo autostop, únicamente para poder ver a Hemingway y pedirle consejo.

Arnold Samuelson no tuvo lo que se dice un viaje tranquilo y fácil. Pasó de Florida a Key West saltando de tren en tren y haciendo parada en un muelle para dormir a la intemperie. El clima, según relató después, no era precisamente bueno. También durmió en el corral de toros de una cárcel, que según cuenta, estaba infectado de mosquitos. A pesar de todo esto, nada le quitó el empeño y la ilusión por conocer al que por el momento era su escritor predilecto, y dispuesto se presentó en la puerta del domicilio de este. Samuelson lo relata así:

Cuando llamé a la puerta principal de la casa de Ernest Hemingway en Key West, este salió y se puso frente de mí, serio y con gesto de fastidio, esperando a que yo hablara. No tenía nada que decirle. No podía recordar ni una sola palabra de mi discurso preparado. Era un hombre grande, alto, de hombros anchos y caídos, que estaba de pie frente a mí con sus pies separados y los brazos colgando a los costados. Estaba agachado un poco hacia adelante con el equilibrio instintivo de un boxeador listo para golpear.

E. hemingway con Fidel Castro

El escritor le preguntó que qué quería exactamente, a lo que el joven escritor le contestó que había leído su último cuento publicado en Cosmopolitan y que había quedado tan impresionado, que no había podido evitar ir a conocerlo para charlar con él. Hemingway en ese preciso momento estaba ocupado, pero ya con tono relajado y cordial le invitó a pasarse de nuevo por su casa al día siguiente.

Al siguiente día empezaron a charlar y cuando Arnold Samuelson le confesó que no sabía escribir sobre ficción, que lo había intentado sin éxito, Ernest empezó a aconsejarle:

«Lo más importante que he aprendido acerca de la escritura es que nunca se debe escribir demasiado a la vez», dijo Hemingway, tocando mi brazo con el dedo. «Nunca hay que hacerlo de una sentada. Deja un poco para el día siguiente. Lo más importante es saber cuándo parar. Cuando empiezas a escribir y todo marcha bien, llega a un lugar interesante y cuando sepa lo que va a ocurrir después, ese es el momento de parar. Luego hay que dejarlo como está y no pensar en ello; déjalo reposar y que su mente subconsciente haga el resto. A la mañana siguiente, cuando has tenido un buen sueño y has descansado, reescribe lo que escribió el día anterior hasta llegar al lugar interesante donde usted sabía lo que iba a ocurrir a continuación. Escriba de nuevo y vuelva a repetir la sencuencia, volviéndolo a dejar en el siguiente punto interesante. Y así, sucesivamente. De esa manera, su materia estará llena de lugares interesantes siempre. Es la manera de escribir una novela que nunca se atasca y que es interesante a medida que se avanza en ella».

Ernest Hemingway sitting on a dock next to the Pilar,

Ernest Hemingway, entre otras cosas, desaconsejó al chico fijarse en escritores contemporáneos. Según el gran escritor, había que competir con los clásicos, con los escritores ya fallecidos, que según él eran los que conseguían que sus obras resistieran al paso del tiempo. El escritor invitó a Arnold a su taller. Éste describe su experiencia en él de la siguiente forma:

Su taller era el garaje de la parte trasera de la casa. Lo seguí hasta una escalera exterior del taller, que era una sala cuadrada, con un suelo de baldosas y ventanas cerradas en tres paredes y largos estantes de libros por debajo de las ventanas del piso. En un rincón había una gran mesa antigua de encimera plana y una silla antigua con un respaldo alto. E. H. tomó la silla de la esquina y nos sentamos uno frente al otro a cada lado del escritorio. Cogió una pluma y comenzó a escribir en un pedazo de papel. El silencio era muy incómodo. Me di cuenta de que se tomaba su tiempo para escribir. Me hubiera gustado que me entretuviese con sus experiencias, pero finalmente mantuve la boca cerrada. Yo estaba allí para tomar todo lo que iba a darme y nada más.

Ernest Hemingway lo que estaba redactando era una lista de 14 novelas y 2 cuentos que le recomendaba al chico leer. Estos son los 16 libros que Ernest Hemingway recomendó a un joven escritor en 1934:

  1. «Anna Karenina» de León Tolstói.
  2. «Guerra y Paz» de León Tolstói.
  3. «Madame Bovary» de Gustave Flaubert.
  4. «El hotel azul» de Stephen Crane.
  5. «El bote abierto» de Stephen Crane.
  6. «Dublineses» de Jame Joyce.
  7. «Rojo y Negro» de Stendhal.
  8. «Servidumbre humana» de Somerset Maugham.
  9. «Los Buddenbrook» de Thomas Mann.
  10. «Allá lejos y hace tiempo» de W.H. Hudson.
  11. «El Americano» de Henry James.
  12. «Saludo y despedida» (Hail and farewell) de George Moore.
  13. «Los hermanos Karamazov» de Fiódor Dostoyevski.
  14. «La habitación enorme» de E.E. Cummings.
  15. «Cumbres borrascosas» de Emily Brontë.
  16. «El libro de Oxford del verso Inglés» de Sir Arthur Thomas.

Biografía documentada de Ernest Hemingway

A continuación os dejamos con un vídeo de la biografía de Ernest Hemingway. Se trata de una biografía muy completa (el vídeo dura aproximadamente hora y media) en el que no sólo se analiza la vida y obra del autor sino que también se puede ver hablar tanto al autor como a alguno de sus colegas escritores.

Frases y citas de Ernest Hemingway

Ernest y Arnold

Y para acabar con este extenso pero entretenido artículo, un clásico, unas frases y citas célebres dichas por el propio autor:

  • «La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre».
  • «La mejor forma de averiguar si puedes confiar en alguien es confiar en él».
  • «Ahora: una palabra curiosa para expresar todo un mundo y toda una vida».
  • «No hagas lo que sinceramente no quieres hacer. Nunca confundas movimiento con acción».
  • «Quédate siempre detrás del hombre que dispara y delante del hombre que está cagando. Así estás a salvo de las balas y de la mierda».
  • «Si ganamos aquí ganaremos en todas partes. El mundo es un hermoso lugar, vale la pena defenderlo y detesto dejarlo».
  • «Jamás penséis que una guerra, por necesaria o justificada que parezca, deja de ser un crimen».
  • «Intenta comprender, no eres un personaje de tragedia».
  • «Sentía la soledad de muerte que llega al cabo de cada día de la vida que uno ha desperdiciado».
  • «Al oír un eco muchos creen que el sonido proviene de él».

2 comentarios, deja el tuyo

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

  1. Responsable de los datos: Miguel Ángel Gatón
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.

  1.   M. Bono dijo

    Muy buena reseña. Me he tomado la libertad de divulgarla.
    El vídeo es muy interesante y coincido en mi vida con la mentalidad de este excepcional periodista y escritor a la vez.
    Es una pena que la juventud de hoy desconozca la obra de éste autor.

  2.   José Antonio González Morales dijo

    Haber nacido en el siglo XlX fué la clave para que no consiguiese pulir el machismo de los tiempos,como fumar o beber en exceso que era muy masculino. Sin duda alguna un hombre con muchas virtudes y algún que otro defecto. Genial e irrepetible .