15 obras de Charles Bukowski

obras de Charles Bukowski

Charles Bukowski es uno de los escritores más famosos. A lo largo de su carrera escribió bastantes obras. Pero, de ellas, hay algunas obras de Charles Bukowski que llaman la atención. Si nunca has leído a este autor, esta lista de sus mejores libros te va a gustar.

Echa un vistazo a la selección que hemos escogido para que tengas opciones donde elegir y así conocer a este autor si no has leído nunca nada de él. ¿Empezamos?

Gatos

«Una visión descarnada y amena de la relación entre humanos y gatos por parte de uno de nuestros escritores más transgresores. No cabe duda de que los felinos tocan la fibra sensible de Charles Bukowski. Admira a esas criaturas inescrutables y majestuosas, cuya mirada le llega al alma. Para Bukowski, los gatos son auténticas fuerzas de la naturaleza, emisarios esquivos de la belleza y el amor. En Gatos, Bukowski cavila sobre la resistencia y la capacidad de recuperación de los gatos. Son luchadores natos, cazadores y supervivientes que le inspiran admiración y respeto: Los gatos no tienen nada en cuenta, son un claro ejemplo de que cuando los elementos de la naturaleza entran en juego no hay nada que hacer. Gatos es un compendio de poemas y prosa mordaz y conmovedor. Los gatos que describe Bukowski son fieros e inmisericordes; los observa mientras acechan a su presa, se arrastran por sus manuscritos o le despiertan a zarpazos, pero también son cariñosos y una inagotable fuente de inspiración. Gatos es una colección emotiva, nunca almibarada, en la que Bukowski ofrece su particular visión sobre los animales que considera sus verdaderos maestros».

Esta es una de las obras de Charles Bukowski que puede gustar más a los amantes de los gatos, aunque hay que cogerlo con pinzas porque realmente no todo el mundo estará de acuerdo con la visión que tiene el autor sobre ellos.

Factotum

«En esta novela autobiográfica de sus años de juventud, el autor nos describe la vida de su alter ego Henry Chinaski saltando de un empleo a otro, todos sórdidos, duros, sin sentido, emborrachándose a muerte, con la obsesión de follar, intentando materializar su vida de escritor y nos ofrece una visión brutalmente divertida y melancólicamente horrorizada de la ética del trabajo, de cómo doblega el «alma» de los hombres».

De hecho, este personaje, Henry Chinaski, lo utiliza en varios de sus libros, sobre todo narrando diferentes etapas de su vida real, pero siempre desde el punto de vista de ese alter ego que él mismo se creó.

Charles Bukowski con dos escritores más

Cartero

«En «Cartero» describe los doce años en que estuvo empleado en una sórdida oficina de correos de Los Ángeles. El libro termina cuando Chinaski/Bukowski abandona la miserable seguridad de su empleo, a los 49 años, para dedicarse exclusivamente a escribir».

La enfermedad de escribir

«Bukowski reflexiona sobre la escritura y sobre sus maestros literarios y experiencias vitales. Abel Debritto, estudioso del escritor, ha rastreado su correspondencia inédita y ha seleccionado las cartas en las que aborda el tema de su oficio y su arte.
Las hay a editores de revistas, a su editor, John Martin, a escritores como Henry Miller, Lawrence Ferlinghetti o Hilda Doolittle, a críticos y amigos. En ellas reflexiona con agudeza sobre el proceso de escritura y nos permite adentrarnos en las entrañas del negocio editorial. Leerlas plantea un estimulante recorrido autobiográfico que nos descubre a un Bukowski matizado, más allá del arquetipo; a un autor volcado de forma obsesiva en la escritura, con un sólido bagaje de lecturas y una visión muy clara de sus planteamientos, que le lleva a quejarse de algunos intentos editoriales de domesticar su estilo áspero y directo.
El libro, que arranca en 1945 y se cierra en 1993, pocos meses antes de su muerte, es un jugoso compendio de estética bukowskiana, con su característica vehemencia y actitud take no prisoners: lanza pullas feroces contra los beats (Ginsberg y Burroughs), los poetas del Black Mountain College, Hemingway o el mismísimo Shakespeare, pero también expresa su admiración por Dostoievski, Hamsun, Céline, Fante o Sherwood Anderson».

Puede ser un buen libro para aquellos que quieran dedicarse a la escritura. Eso sí, siempre teniendo en cuenta que hablamos de un autor considerado “maldito”.

Abierto toda la noche

«Estos poemas escritos entre 1980 y 1994 abordan los temas que hicieron de Bukowski un escritor tan venerado e imitado: la nostalgia por antiguos amores malogrados, las trifulcas en bares de mala muerte, el alcohol como combustible y condena, la euforia de la escritura cuando uno está en racha, la extraña belleza de los marginados de la sociedad, la enfermedad y el deterioro, todo ello dotado de una visceralidad más intensa a medida que el poeta barrunta la cercanía de su propia desaparición».

libros de Charles Bukowski

El amor es un perro del infierno

«El amor es un perro del infierno constituye una densa antología que abarca tres años de trabajo (1974-1977) de un Bukowski ya en plena madurez, el que conoce el aficionado y espera el neófito, bestialmente sincero, alérgico a los paisajes edulcorados, entregado sin concesiones a lo que le importa y siente, las mujeres, su escritura, el juego y la embriaguez, su mundo de perdedores en la ciudad de Los Ángeles. A menudo ácido, y casi siempre cínico, no todo es sucio realismo ni provocación individualista en sus versos; hay también una mirada existencial que desnuda el absurdo cotidiano, la condición humana, el alma del poeta».

En este caso, y leyendo siempre entre lineas, es una de las obras de Charles Bukoski en el que se puede ver realmente lo que el autor piensa sobre estos temas (y lo que la sociedad nos hace creer sobre ellos).

Música de cañerías

«Música de cañerías: la música catarral del agua caliente abriéndose paso por los radiadores de míseros hoteluchos de Los Ángeles: una buena banda sonora para las historias de Bukowski en este nuevo libro. «Ernest Hemingway y Henry Miller están vivos y jodidos y viviendo en un cuartucho de alquiler en East Hollywood –así podría uno pensar después de leer este libro. Sórdido, obsceno y violento, el Los Ángeles de Bukowski se parece más al París de Miller que al de Hemingway, pero nuestro guía a través de este submundo está más próximo al lacónico estoicismo de Hemingway que a las rapsodias apocalípticas de Miller. Vidas de tranquila desesperación explotan en actos de violencia aparentemente fortuitos e inmotivados. En cada relato aparecen impulsos homicidas nacidos de frustraciones para las que no hay cura posible» (Los Angeles Times)».

De nuevo te encontrarás con un libro en el que Bukowski cuenta, a su modo de ver, cómo ha sido su vida. Con ese toque ácido y una pluma muy característica, nos hace centrarnos en esas partes que a veces pasan desapercibidas o que vemos pero no decimos en voz alta.

Amor

«En Amor, Bukowski lidia con las complicaciones y alegrías del amor, la lujuria y el deseo. En un tono que va de lo duro a lo delicado, de lo sensible a lo hiriente, Bukowski pone al descubierto las muchas caras del amor: su egoísmo y narcicismo, su naturaleza azarosa, su misterio y tristeza y, en última instancia, su dicha absoluta, resistencia y poder redentor».

Las campanas no doblan por nadie

«Hank ayuda a un viejo amigo alcohólico a largarse de un hospital; el empleado de un sex shop cuenta anécdotas estrambóticas protagonizadas por algunos clientes, como aquel que debido a sus problemas respiratorios pide que le hinchen una muñeca; un solitario masturbador sueña con que aparezca la mujer de su vida; un tipo es secuestrado por tres mujeres; una chica acude a una entrevista de trabajo en la que le hacen preguntas sobre prácticas sexuales extremas… Este volumen reúne relatos de Bukowski aparecidos en periódicos y revistas, como las pornográficas Hustler y Oui».

Este es una de las obras de Charles Bukowski que quizá menos lectores tenga, sobre todo por la connotación erótica o pornográfica que tiene. Sin embargo, también deja entrever ciertas opiniones y características de una sociedad.

La senda del perdedor

Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones

«Los relatos aquí reunidos parecen extraídos de las tripas ulcerosas de su narrador, escritos entre ataques de delirium tremens, orgías y fantasías alcohólicas, utilizando el crudo lenguaje de la calle, de la escoria, de la basura, como nadie lo había hecho. Crónicas brutalmente divertidas de la pesadilla yanqui, del «desierto de neón», tan exentas de hipocresía, tan auténticas, que hacen estremecer».

Hollywood

«Henry Chinaski siempre ha estado en pie de guerra, sin bajar la guardia contra el «establishment» y sus infinitos tentáculos. Pero en Hollywood no le será nada fácil: John Pinchot, un enloquecido director de cine, se empeña en llevar a la pantalla sus relatos de juventud, o sea la autobiografía de un alcohólico empedernido. Chinaski desconfía del proyecto, aunque acepta a regañadientes escribir el guión de la película. Y aquí comienzan los verdaderos problemas».

Escritos de un viejo indecente

«Con su brutalidad, su salvaje y tierno sentido del humor, su tremenda sinceridad, Bukowski borracho, enloquecido, atrapado en una sociedad cuyos presuntos valores le asquean consigue, con su estilo descarnado y escueto, conectar inmediatamente con el lector».

En realidad, lo que te vas a encontrar es una serie de relatos del autor donde intenta dar a conocer una visión de la sociedad que muchos ven pero no quieren pensar en ella (o no quieren exponerse a esa realidad).

Ruiseñor deséame suerte

«Este libro sobre el que planea el espíritu del ruiseñor —el pájaro risueño por excelencia— es, como todos los títulos de Charles Bukowski (1920-1994), ingenioso y divertido, lúcido y valiente, pero también intensamente melancólico. Pocas veces resulta tan clara la unidad temática en las obras de este autor: la melancolía impregna este volumen más que cualquier otro sentimiento, hasta el punto de convertirse en una manera de ver la vida, de entenderla como condena o enfermedad. Pero es en su lucha contra ese sufrimiento donde Bukowski brilla con mayor intensidad, aspirando con sus poemas a la salvación propia y también a la de quien los lee».

Fragmentos de un cuaderno manchado de vino

«A su muerte en 1994, Charles Bukowski dejó en su estela medio centenar de libros, pero también unos abundantes archivos de material iné­dito o publicado únicamente en revistas underground y periódicos de índole diversa. Aquí se reúnen treinta y seis piezas que, a decir de John Martin, su editor desde la década de los sesenta, constituyen «el eslabón perdido en la obra de Bukowski que de súbito hace que todo adquiera sentido»».

Realmente no podemos decir que este libro lo escribiera Bukowski, en el sentido de que las obras que forman parte de esto han sido seleccionadas por su editor, no realmente por el autor. Pero sí puedes ver que, hasta la muerte, su pluma siguió siendo la misma por la que había sido conocido.

Hijo de Satanás

«Bukowski despliega sus mejores artes de narrador despiadado para ofrecer una veintena de historias sarcásticas, explosivas y absolutamente inolvidables. Nadie sale ileso: ni el boxeador al que entre round y round le recomiendan tirarse, ni el escritor que va al hipódromo buscando una «acción» que lo arruina, ni el joven aburrido que lleva una prostituta a su casa, ni el actor que trata de escapar de la tiranía de la fama… Ni mucho menos, desde luego, el lector».

¿Has leído algunas de las obras de Charles Bukowski? ¿Cuál de ellas te ha gustado más o te ha impactado? Te leemos en comentarios.


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