Fue el pasado mes de julio en Olimpia (Grecia). Se encontró una placa de arcilla, fechada en la época romana, que conserva 13 nuevos versos de la Odisea de Homero, concretamente la conversación de Odiseo (el Ulises en su versión latina) con Eumeo, su criado y porquero. Con motivo de este hallazgo, considerado importantísimo por su valor tanto arqueológico e histórico como literario, repaso un poco una de las más fundamentales obras de la literatura no solo clásica sino universal.
El descubrimiento
El hallazgo de esta placa de arcilla ha tenido lugar en el marco del proyecto de investigación denominado El espacio multidimensional de Olimpia, alrededor del santuario de Zeus. Trabajaba la dirección del Eforato de Antigüedades de la Élide, con la colaboración del Instituto Arqueológico Alemán. En el lugar, con restos de época romana, se encontró esta placa con una inscripción grabada en griego que, tras su análisis, conserva 13 versos de la Odisea de Homero. La han fechado antes del siglo III d.C.
Homero y sus cosas
Los que en el antiguo BUP estudiamos letras puras y teníamos las asignatura de Latín y Griego conocemos bien a Homero. Aprendimos griego clásico (un poquito al menos) con él y sus Aquiles, Héctor, Paris, Helena, Príamo, Odiseo, Telémaco, Penélope, Circe o Caribdis.
Hubo quienes luego seguimos con el griego un par de cursos más en la universidad, así que nos hicimos bastante colegas de todos. Pero el origen de su supuesto autor, Homero, sigue entre tinieblas de realidad y mito, como sus obras, la Ilíada y la Odisea. Yo me sigo quedando con esta última. Tal vez porque me pareció más entretenida que las guerras troyanas o porque el timeo danaos et dona ferentes de la Eneida de Virgilio, que traducía en Latín a la par que declinaba el aoristo griego se me atragantó a la primera.
Pero estoy mintiendo. Los lectores de una edad tenemos un primer acercamiento a esa Odisea en aquel Ulises 31 de dibujos animados japoneses, que mezclaba deliciosamente el más remoto pasado de mitos y literatura griegos con el futuro más lejano de naves espaciales y mundos galácticos.
Después ha habido otras versiones, también de dibujos animados, o quizás la más conocida es esta versión, de 1997, que protagonizan Armand Assante, Greta Scacchi, Isabella Rossellini y Jeroen Krabbe, entre otros. Y los lectores de generaciones más jóvenes tienen un referente próximo de la Ilíada (aunque bastante mejorable) en Troya, la película de 2004, dirigida por Wolfgang Petersen y con los rostros de Brad Pitt, Eric Bana, Sean Bean y Orlando Bloom entre sus intérpretes. Pero hay muchas más.
La Odisea
Se cree que fue compuesta en el siglo VIII a. C. Con estructura en 24 cantos, empieza en mitad de la historia, contando los hechos anteriores mediante recuerdos o narraciones del propio Odiseo. Está dividido en tres partes. En la Telemaquia (cantos del I al IV) se describe la situación de Ítaca con la ausencia de su rey, el sufrimiento de Telémaco (hijo de Odiseo) y Penélope (su esposa) debido a los pretendientes, y cómo el joven emprende un viaje en busca de su padre.
En el regreso de Odiseo (cantos del V al XII) Odiseo llega a la corte del rey Alcínoo donde cuenta todas sus vivencias desde que salió de Troya. Finalmente, en la venganza de Odiseo (cantos del XIII al XXIV), se describe el regreso a Ítaca, el reconocimiento por alguno de sus esclavos y su hijo, y cómo Odiseo se venga de los pretendientes matándolos a todos. Después Odiseo es reconocido por su esposa y recupera su reino. Al final se firma la paz entre todos los itacenses.
Fragmentos
- «Háblame, oh Musa, de aquél varón de multiforme ingenio que, después de destruir la sacra ciudad de Troya, anduvo peregrinando larguísimo tiempo, vio las poblaciones y conoció las costumbres de muchos hombres y padeció en su ánimo gran número de trabajos en su navegación por el ponto, en cuanto procuraba salvar su vida y la vuelta de sus compañeros a la patria. Mas ni aún así pudo librarlos, como deseaba, y todos perecieron por sus propias locuras, ¡Insensatos! Comiéronse las vacas del Sol, hijo de Hiperión; el cual no permitió que les llegara el día del regreso. ¡Oh diosa hija de Zeus!, cuéntanos aunque no sea más que una parte de tales cosas.»
- «Y los dioses te concedan cuanto en tu corazón anheles: marido, familia y feliz concordia, pues no hay nada mejor ni más útil que el que gobiernen su casa el marido y la mujer con ánimo acorde, lo cual produce gran pena a sus enemigos y alegría a quienes los quieren, y son ellos los que más aprecian sus ventajas.»
- «Contados son los hijos que se asemejan a sus padres, los más salen peores, y tan solamente algunos los aventajan.»
- «La muerte es algo que viene a todos los hombres por igual. Ni siquiera los dioses pueden evadirla de un hombre al que aman, una vez que la destructiva perdición de la igualadora muerte esta sobre ellos.»
- «Los dioses no otorgan gracias de todos los modos en los hombres, ni en estatura ni en inteligencia ni elocuencia, pero hay un tipo de hombre, menos dotado en belleza… pero los dioses han puesto belleza en sus palabras, y ellos mirando hacia él llenos de alegría, y él les habla sin vacilar ganando modestia, y brilla entre aquellos que se han reunido, y la gente lo ve como un dios cuando anda por la ciudad.»
- «Serás el primero en ir a las sirenas, que son encantadoras de todo el género humano y de cualquiera que se cruce en su camino, y ese hombre que sin sospecha se acerque y escuche el canto de las sirenas no tiene oportunidad ninguna de volver a casa y disfrutar de su mujer y de sus hijos que le esperan, pues las sirenas con la melodía de su canto le han encantado.»
Fuente: National Geographic.