Publicado en 1992, Como agua para chocolate, escrito por la mexicana Laura Esquivel, llegó para trasladar el realismo mágico del boom de los 60 al género rosa, resultando una receta tan adictiva como memorable para los 7 millones de lectoras (y lectores) que llevan devorándolo desde entonces.
El éxito del libro fue tal que incluso tuvimos adaptación cinematográfica a los pocos años y su autora se planteó una segunda parte que ha tardado veinticuatro años en gestarse. El tiempo necesario que, según Esquivel, necesitaba para madurar las experiencias de Tita, aquella mujer atrapada entre el mole y un amor negado.
¿Te gustaría leer la segunda parte de Como agua para chocolate?
Los veinte años que no nos contaron
Ambientada durante la Revolución mexicana en Piedras Negras, en el estado norte de Coahuila, en México, Como agua para chocolate tenía como protagonista a Tita, la menor de tres hermanas y condenada, según las tradiciones, a velar por sus padres y renunciar al amor. Su relación con Pedro, su novio de la niñez, se convierte en el motor principal de esta novela rosa en el que las recetas típicas de esta zona de México son utilizadas como metáforas para evocar los sentimiento de una joven atrapada entre deseo y tradición.
Como agua para chocolate fue publicada en 1992 y obtuvo un éxito inesperado en un tiempo en el que el realismo mágico se creía de capa caída, gracias en parte al buenhacer narrativo de su autora y el uso de un elemento tan cotidiano como la cocina para definir esas pasiones negadas.
Veinticuatro años después, Laura Esquivel, de sesenta y seis años, ha publicado la secuela de la novela que la lanzó a la fama y a la que ha bautizado como El diario de Tita. A modo de diario personal, el libro explora la opinión y acciones de Tita respecto a la injusta tradición que le tocó obedecer, intentando por todos los medios convertir su denuncia en una inspiración para las futuras generaciones.
De ahí que la autora, durante su reciente llegada a Madrid, afirmara que además de remarcar la importancia de la comida como nutriente del alma, sembrar también es necesario tanto en la ficción como en una realidad política convulsa en ambos lados el Atlántico.
El diario de Tita ha sido publicada por Suma de Letras.
¿Te animarás a leerla?
Síiiiii. Me encantaría. Me gustó el primero y seguro que me va a gustar el segundo.