«La sombra del águila», un clásico olvidado de Pérez-Reverte

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Viñeta extraída de la adaptación a cómic del libro «La sombra del águila» creada por Rubén del Rincón.

Arturo Pérez Reverte es uno de esos escritores que con su proliferante obra  despierta entre el pueblo lector una serie de sentimientos enfrentados. En esta España de dualismos endémicos en relación a este escritor existe también la dicotomía de los que se declaran fieles admiradores de su estilo y su obra y los que, por el contrario, siguen sin encontrarle el gusto  a uno de los escritores más famosos de lengua española de nuestro tiempo.

Como bien indica la descripción que al final del artículo encontrareis de mi persona,  soy de esos “ultras”-permítanme ustedes esta expresión- que siguen y leen todo lo que hace Arturo. Lógicamente, no puedo reprochar a nadie el no contemplar a este escritor como lo hace un servidor. De todas formas, quiero  remarcar una ligera impresión que siento ante los que no piensan lo que yo.

Me da la sensación, por lo tanto, que estos se han dejado influenciar, quizás y lo digo con mucho respeto, por la personalidad de Arturo Pérez-Reverte como persona en decremento de su personalidad como escritor. Algo que si bien puede ser justificable, creo que no puede enturbiar una bibliografía magistral y riquísima. Son muchos los que, al igual que yo, vivimos totalmente influenciados del capitán Alatriste y su fiel acompañante Iñigo Balboa o, por ejemplo, soñamos con aprender esgrima de la mano de  Jaime Astarloa o, sin ir más lejos, con su reciente libro jugamos a ser espías al más puro estilo  Falcó.

Tras esta impresión personal sobre el Arturo Pérez Reverte me gustaría recomendaros uno de esos libros que se ha quedado un poco a la sombra de las grandes obras que han marcado un la vida literaria del cartagenero. Así bien, el libro  se titula “La sombra del águila” y fue publicado en 1993 siendo uno de los 5 primeros libros escritos en su carrera.

Con la friolera de 27 obras publicadas, sin contar sus recopilaciones de artículos, es normal que algunas de ellas pasen un poco desapercibidas en una carrera escrita sorprendentemente extensa. “La sombra del águila” es, de esta forma, uno de esos libros que sorprenden cuando son descubiertos y más si, como es mi caso, cuando fue publicado nuestra existencia consistía en plastilina y  en el aprendizaje de las primeras vocales.

Como es habitual en Arturo, se nos presenta con este libro un capítulo de nuestra historia olvidado o poco tratado. Dentro de este contexto crea una trama y engancha al lector  con los giros y devenires de está mientras lo traslada  a un viaje trepidante por la historia. En este caso, se nos presenta  un hecho realmente sorprendente que sucedió durante el avance y posterior derrota de Napoleón en Rusia.

Este periodo de las denominadas Guerras Napoleónicas que aparentemente no tiene nada que ver con España de forma directa más allá de las posteriores consecuencias de la derrota del imperio francés, sí que tiene  una conexión anecdótica con la historia que emana del libro y que se  basada, por lo tanto,  en un hecho real que se produjo en este contexto bélico.

De esta manera, los protagonistas son los miembros del batallón 326 de infantería del ejército francés formado por españoles, presos todos, que a cambio de la libertad se les había ofrecido servir en las fuerzas de Napoleón por y para su causa.

Arturo Pérez-Reverte con un estilo peculiar, cercano y directo nos explica la historia de estos hombres que en medio de la batalla de Sbodonobo decidieron pasarse al bando ruso con una carrera trepidante por en medio del campo de batalla para asombro de supuestos amigos y enemigos. Una historia realmente asombrosa e interesante que junto a otras caracterizó al regimiento José Bonaparte, así se denominaba,  a lo largo de su existencia en el conflicto.

La fluidez del relato y como se plasma el carácter de los españoles de esta época permite al lector hacerse a la idea, de una forma muy amena, de la magnitud de la empresa que estos hombres decidieron emprender en una guerra de otros y en un país ajeno. Da la sensación de que Arturo Pérez-Reverte nos esté explicando esta historia como si de una conversa entre amigos se tratase utilizando siempre un vocabulario popular pero apurado.

En fin, una aventura que si no fuera por este escritor al que tanto aprecio seguramente ni yo, ni muchos otros conocerían y estaría destinada al olvido más absoluto. Un terrible desatino el de  desconocer el sacrificio de gente que en el epicentro de los acontecimientos históricos más relevantes de su época, decidieron liarla parda al más puro estilo español.


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  1.   Mariola Díaz-Cano Arévalo dijo

    He visto el artículo y he sabido que era tuyo, Álex, je, je. Suscribo tu opinión y palabras. A Reverte lo leo, lo escucho y lo admiro, aunque me quedo más con su faceta de articulista que con la de escritor. Ya lo comenté en la reseña de Falcó (que por supuesto te recomiendo leer aunque a mí no me haya terminado de llegar). Pero como tú, quedé fascinada con Diego Alatriste y, sobre todo, que me gusta la prosa tan rica y la ironía tan feroz como elegante que sabe expresar Reverte.
    Y en cuanto a esta novela, es una de mis preferidas. Tan poco conocida como buena. Me alegro de que la hayas recuperado.
    Ah, y ya te comentaré alguna cosilla más pero por otro sitio ;-).

  2.   RICARDO dijo

    Alex
    tambien tiene olvidado un libro llamado Territorio Comanche , tengo una edicion publicado hace años en OLLERO RAMOS por cierto magnifica edicion
    un saludo