5 libros famosos escritos bajo la influencia del alcohol. . . y otras sustancias

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Ningún escritor podrá negar el encanto que supone sentarse frente al ordenador en una de esas noches solitarias y acompañar la velada con un vasito de vino (o dos, o tres) para ayudarnos a que la inspiración «fluya» con más facilidad. Habría que ver también nuestras caras cuando nos despertamos al día siguiente y comprobamos el, a veces acertado y otras bochornoso, resultado de nuestro experimento.

Una situación a la que también fueron propensos algunos de los escritores más conocidos de la historia en algún u otro momento, especialmente durante el proceso de creación de estos 5 libros escritos bajo la influencia del alcohol y otras sustancias.

Obras que en este caso rescatamos sin ánimo de denunciar los vicios de ciertos artistas, sino más bien como un intento por remarcar el resultado de unas mentes quizás demasiado liberadas.

Todo ello, eso sí, esperando que ninguno de vosotros siga algunos de los ejemplos que comentamos a continuación.

Cujo, de Stephen King

Top 10 de libros favoritos de Stephen King

Las malas lenguas afirman que prácticamente toda la bibliografía de King durante finales de lo 70 y parte de los 80 fue escrita bajo los efectos del alcohol y las drogas, en concreto de la cocaína, la cual vivió su mayo apogeo durante los años en los que Stephen King comenzó a escribir la saga de La Torre Oscura. No obstante, de todas sus obras Cujo fue la que se llevó la peor parte, ya que según reconoció el escritor años después «apenas me acuerdo del proceso de escritura del libro». Curioso.

A sangre fría, de Truman Capote

Truman Capote

Amante de las fiestas, el alcohol y las drogas, Truman Capote es otro de esos autores conocido por sus sonadas adicciones, siendo el martini doble su cocktail favorito (y el Hemingway). Durante el proceso de escritura de la obra más famosa del estadounidense, el autor comenzaba el día a base de café e infusiones para terminar consumiendo hasta tres martinis dobles a lo largo del día.

En el camino, de Jack Kerouac

A pesar de ser un adicto a las drogas y el alcohol, muchos  afirman que el libro que Kerouac escribió en aquel famoso rollo no fue concebido bajo los efectos de ninguna sustancia. Un hecho que habría preguntarle también a esa gran mayoría que confirma el uso de benzedrinas (o anfetaminas) durante la gestación de la obra más famosa de la generación beat, de esa juventud post-Segunda Guerra Mundial y contracultural o, también, la generación del Technicolor, de esos mundos psicodélicos inspirados por unas drogas a las que Kerouac hacía referencia en su gran viaje por América a la más mínima ocasión.

El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, de Robert Louis Stevenson

Dr. Jekyll y Mr. Hyde

La obra más famosa de Stevenson junto con La isla del tesoro fue escrita en tan sólo seis días y como producto de una pesadilla sufrida por el autor en 1885 de la cual su esposa le despertó. «Estaba soñando con la primera transformación», aseguró Stevenson poco después. A partir de entonces, y según varios biógrafos, la acelerada escritura de la novela se debió al uso de cocaína por parte del autor, una droga que por aquella época era de consumo legal en la mayoría de países europeos tras ser introducida en terapias oftalmológicas. Incluso en Harrods la vendían.

El poder y la gloria, de Graham Greene

Durante su llegada a China en 1957, el escritor británico afirmó que sólo necesitaba dos cosas: «una mujer bonita en su cama y muchas dosis de opio». Prácticamente todo  el proceso de escritura de El poder y la gloria, novela que tiene como protagonista a un sacerdote románico católico, fue escrito bajo los efectos de benzedrinas  y opio, vicio favoritos de un autor que adoraba probar los «delicatessen» de cada nuevo país que visitaba, tal y como se reportó también durante un viaje del escritor a México en 1938.

Estas 5 novelas escritas bajo los efectos del alcohol y otras sustancias confirman esa tendencia ya famosa de muchos escritores por acompañar el proceso de escritura de sus obras con martinis, marihuana o pastillas. William Faulkner, Oscar Wilde o Ernest Hemingway (sí, el mismo que dijo aquella frase de «escribe ebrio, edita sobrio») son algunos de los mejores ejemplos, si bien aún no se tiene constancia de que alguna de sus obras fuera concebidas bajo tales efectos.

¿Sueles hacerte «una copita» cuando escribes?


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  1.   Elsie Alejandra Madrid Saucedo dijo

    Interesante información. Aunque es conocido que el consumo de ciertas sustancias, incluido el alcohol, altera la psique y seguramente se produce un incremento en la creatividad, dependiendo de la dosis ingerida.
    De seguro que no es necesaria la ingesta de estas sustancias para crear, pues la sola creación impulsa estados de ánimo intensos en la persona que crea. Un saludo cordial.

  2.   Walter dijo

    Veo que falta alguno de Bukowski… Saludos desde Argentina.

  3.   Alejandra dijo

    Hemingway bebía como pez

  4.   Martin Cabrera dijo

    Stephen King …. con o sin … el mejor

  5.   Ruth Dutruel dijo

    Y Edgar Allan Poe???